BUENOS AIRES (Medios digitales). Sonia Molina, la mujer que denunció haber estado tres meses secuestrada, habló por primera vez. Desde el hospital municipal de Coronel Suárez, donde permanece internada, contó detalles de su calvario. Dijo que le pegaban hasta “con los codos” y que la quemaban con encendedores. La víctima fue entrevistada por el sitio La Brújula 24. Se refirió a las torturas, a su estado de salud y hasta habló de su futuro. Sentada en la habitación 4 contó que sus secuestradores le “echaban aerosoles en los ojos. Insecticidas y de esos desodorantes Glade que van pegados en la pared. Era para que no viera, porque se les ocurría o para joderme la existencia”.En relación a las lesiones que tiene en los pies, la mujer dijo recordar que “son quemaduras que me las hacían con encendedores”.Sonia comentó que todavía tiene secuelas: “Me van a seguir haciendo estudios porque todavía tengo muy inflamada la zona de los oídos, tengo como un zumbidito. Ellos me pegaban con los codos”. En la entrevista, la joven recordó que bajó veinte kilos y que ahora los médicos le insisten para que se alimente bien. Por último, Molina le confirmó a LB24 que cuando reciba el alta quiere regresar a su pueblo. “Cuando salga de acá, me voy a ir para (Río) Colorado”.La víctima, que permanece internada desde el lunes 12, podría declarar en las próximas horas en la causa que se tramita en los tribunales de Bahía Blanca. Al respecto, la fiscal María Marta Corrado, que regresó ayer de su licencia, dijo que no sabe aún “si es conveniente” tomarle declaración a Sonia, aunque aclaró que quiere tener un mayor contacto con la investigación para determinarlo.Según el último parte médico, que se conoció ayer, Sonia continuaba internada y los médicos le efectuaban estudios cardiorrespiratorios.“La paciente continúa estable y se realizan estudios complementarios porque refiere subjetivamente por momentos falta de aire que se corresponde con su hemoglobina de 10.4, su amenorrea y la falta de descarga física”, señala el informe del hospital municipal de Coronel Suárez. Al ser consultada sobre la periodista Estefanía Heit (29) y su esposo, Jesús Olivera (28), actualmente detenidos por la grave acusación y quienes según su abogado quieren declarar, la fiscal expresó que “los imputados pueden declarar todas la veces que lo deseen”.El falso pastor y las promesasMientras sus secuestradores dormían, Sonia rompió un ventiluz de la habitación que la tenía como prisionera y corrió como pudo hasta la calle, rogando que el ladrido de los perros no la delatara. Alarmados por su estado físico, las primeras personas que pasaron por el lugar no quisieron ayudarla, pero finalmente un taxi frenó y la llevó en busca de ayuda. Así finalizó para Sonia Marisol Molina una tormenta de casi noventa días en los que fue abusada, golpeada y alimentada únicamente con polenta, comida para perros y menos de un vaso de agua por día. Sus presuntos captores, Jesús Olivera y la periodista de Coronel Suárez Estefanía Heit, hicieron que Sonia perdiera más de veinte kilos durante el tiempo que pasó en cautiverio. Sin embargo, el camino hasta allí había empezado antes, a principio de año. En aquel momento, según contó a un matutino porteño la madre de la víctima, Jesús llegó a Río Colorado, donde Sonia vivía con su hija de diez años. El hombre se presentó como un pastor con múltiples proyectos solidarios. Con ese discurso consiguió alojamiento en la casa de Silvia Molina, hermana de Sonia. Días más tarde, el hombre se mudó a la casa de Sonia y allí se inició una extraña relación a base de mentiras y manipulación. Abusos, mentiras y videosDurante los siguientes seis meses de viajar con el falso pastor y bajo engaños, la mujer vivió en Coronel Suárez; los primeros tres meses trabajó como empleada doméstica en la casa donde pidió ayuda cuando se escapó. Durante ese período habló muy poco con su familia, hasta que en un momento las conversaciones cesaron. Sólo había mensajes de texto esporádicos. Más tarde, la familia se daría cuenta de que esos SMS eran enviados por Jesús desde el celular de Sonia. Ya estaba en cautiverio. Además, sufrió fuertes golpes en todo el cuerpo y fue abusada sexualmente en incontables oportunidades. Según cuenta la familia de la víctima, en el celular de Estefanía Heit se habrían encontrado más de setenta videos en los que se ve a Sonia y se escucha a la periodista decir frases como “ves que te hacés encima” o “no aguantás nada”.





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