POSADAS. El próximo 6 de noviembre, el Centro de Rehabilitación del Ciego, “Santa Rosa de Lima” que depende del Obispado de esta ciudad, celebrará tres décadas de servicio a la comunidad. Desde sus inicios, cuando fue ideado por monseñor Jorge Kemerer, recibe a adultos ciegos y con baja visión, también a niños, jóvenes y bebés desde los 45 días, para brindarles, en forma gratuita la posibilidad de aprender a manejarse en la vía pública, desarrollar sus actividades cotidianas, estudiar e incluso aspirar a la inserción laboral.Su actual director, Luis Viarengo, se desempeña en esta casa desde su inauguración -como profesor de Educación Física tenía a cargo el área de Orientación y Movilidad, y enseñanza del uso del bastón blanco. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN destacó los logros alcanzados en tres décadas de trabajo y señaló los proyectos pendientes que esperan concretar con la colaboración de la comunidad. El más importante anhelo es la instalación de un consultorio oftalmológico clínico básico en el edificio del Centro, ubicado en Sarmiento y Félix de Azara.¿En estos 30 años de vida institucional, ha mejorado la inserción social, educativa y laboral de las personas ciegas y con baja visión?Lo que llevó a monseñor Kemerer a proyectar este centro fue justamente la intención de posibilitar que las personas adultas que estaban excluidas de un trabajo o de cualquier actividad cotidiana, pudieran autovalerse, desplazarse en las calles e incluso aprender un oficio. Al poco tiempo, dada la demanda de la comunidad, se comenzó a atender a niños y bebés desde los 45 días, con estimulación temprana, tarea que implicó una gran capacitación de nuestro plantel de especialistas, la cual nos vinculó con el Hospital Garrahan (Capital Federal).Y a tres décadas de trabajo, notamos muchos cambios positivos.¿Cuáles por ejemplo?Hoy notamos que la respuesta de la comunidad tanto hacia el Centro como hacia las personas con discapacidad visual que habitan la provincia es muy diferente a la de treinta años atrás. Están las ordenanzas sobre accesibilidad, eliminación de barreras arquitectónicas, colocación de rampas en las veredas, etcétera; y la respuesta se ve en la vía publica. Igualmente falta mucho, pero pasa por una actitud ciudadana, de no tapar las rampas, no dejar obstáculos en las veredas, es como que una persona con discapacidad visual pone a prueba la capacidad de empatía de las personas convencionales. Pese a que cada año cientos de personas de Misiones, Corrientes, Brasil y Paraguay acceden al Centro, hay muchas que por desconocer su existencia no tienen posibilidad de acceder a rehabilitación, ¿qué opina al respecto?Sabemos que hay muchas personas en Misiones, incluso en Posadas que desconocen la existencia del Centro, por eso es importante la posibilidad de contar con los medios de comunicación, para lograr que más personas se acerquen. Además, estamos comunicados con las municipalidades de localidades de Misiones, las direcciones de discapacidad y el Consejo Provincial de Discapacidad, y con escuelas primarias y de nivel medio, porque somos conscientes que es mucho más efectivo trabajar en red.¿Cómo incidió la aparición, en la última década, de la tecnología digital?El acto de rehabilitación es interminable y hoy día la tecnología digital -y la adaptación de computadoras, celulares y relojes con tiflotecnología- nos da la posibilidad de que adultos y jóvenes puedan estudiar y acceder a información a la que antes eran ajenos. Tenemos un taller de informática donde aprenden a manejar los dispositivos. Sería importante poder contar con la incorporación en nuestro laboratorio, de las computadoras netbooks -del programa Conectar Igualdad. Eso es clave, ya que trabajar en rehabilitación significa anticiparnos a las necesidades que la persona tendrá a futuro. Es decir, si un niño tienen posibilidades de insertarse a una escuela común, es muy probable que en algún momento sea beneficiado con una de estas computadoras. Pero sería importante que cuando la reciban, ya puedan tener conocimiento de cómo funcionan. Por eso estamos solicitando al Gobierno provincial la entrega de estos dispositivos para utilizar en el Centro.En ocasiones anteriores también comentó sobre la necesidad de una impresora Braille, ¿lograron conseguirla? Hasta ahora no lo hemos logrado, pero sabemos que en algún momento llegará. Igualmente ahora estamos enfocando nuestras fuerzas en lograr tener nuestro propio consultorio oftalmológico básico, para el cual hay lugar en el Centro pero necesitamos equiparlo con la aparatología necesaria. Eso simplificaría la consulta y la obtención de un diagnóstico, porque actualmente las personas con discapacidad visual deben trasladarse hasta el consultorio para poder atenderse, con los obstáculos y dificultades que ello les significa.





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