POSADAS. Un efectivo policial que intentaba mediar una discusión terminó un puntazo en el pecho, en un insólito caso que recién se cerró cuando los uniformados detuvieron al presunto agresor en un bailable de la capital provincial.La historia sucedió en la tarde del domingo, en la intersección de las calles 162 y 121, a una cuadra de la ex pista del Aeroclub Posadas y actual avenida 117.En ese lugar un agente que gozaba de su día descanso aprovechó para pasar la tarde con su madre y su familia. Sin embargo, poco le duró la paz: cuando el sol comenzaba a caer divisó a una pareja que discutía acaloradamente en las inmediaciones.Fiel al “estado policial” al que se debe -que lo obliga a actuar aunque no este de servicio- el agente decidió actuar para separar a las partes y tratar de despejar el lugar.Pese a su buena voluntad, no lo logró. Pero no sólo eso. Enseguida irrumpió en la escena un grupo de desconocidos que iniciaron una acalorada gresca y enseguida comenzaron a agredir al agente mediante golpes de patadas y puños.Lo peor sucedió en medio de la trifulca, cuando uno de los irascibles tomó un arma blanca y se la clavó por debajo de la tetilla derecha al efectivo policial.El agente llegó al Madariaga cerca de las 22.30. Allí le trataron la grave herida y aseguraron que su vida estaba fuera de peligro. También dieron aviso a la Policía, que entró en acción.Enseguida, una comisión partió al barrio en busca del atacante, pero la respuesta de los vecinos fue, por lo menos, poco previsible: “¡Ah, sí! Él se fue a bailar”. Sin remordimientos, el hombre buscado partió a una conocida bailanta de Santa Catalina y Quaranta.Hasta ese lugar llegaron uniformados de la comisaría seccional Tercera, quienes finalmente procedieron a la detención del sospechoso, de 32 años y domiciliado en el barrio Aeroclub. El peligroso individuo fue detenido y quedó a disposición del magistrado José López, al frente del Juzgado de Instrucción 7, quien entiende en la causa.





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