POSADAS. La Justicia evalúa tomarle declaración en carácter de testigo al yerno del carnicero que asesinó a tiros a su hija embarazada, indicaron fuentes oficiales. Se trata de Sebastián Leguizamón, de treinta años, quien recibió un balazo en el pecho por parte del padre de su novia, en un confuso episodio ocurrido el sábado, a las 14.30, en plena vía pública, más precisamente en la esquina de las avenidas Santa Cruz y Aguado de la capital provincial. En ese mismo y trágico hecho, y apenas segundos después de abrir fuego contra su yerno, Hugo Ruggeri (65) le disparó en dos ocasiones a su hija embarazada de cuatro meses (identificada como Estela Maris Ruggeri, de 22 años), quien falleció a raíz de la gravedad de las lesiones y perdiendo la vida también el bebé que gestaba. Luego de perpetrar los demenciales ataques, el carnicero se quitó la vida descerrajándose un tiro en la sien izquierda. Para los investigadores, problemas familiares de larga data, como ser que Ruggeri no aceptaba la relación entre su hija y Leguizamón, además de la tenencia de su nieta de siete meses, habrían sido el desencadenante del homicidio seguido de suicidio. Evalúan la salud del sobrevivienteMédicos del hospital Ramón Madariaga, donde se encuentra internado Sebastián Leguizamón, evaluarán la salud del hombre que sobrevivió al disparo de su suegro para establecer si está en condiciones de declarar en dicho nosocomio. De ser así el juez que investiga la causa, José Alberto López, titular del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas (en turno), se constituirá en el mencionado centro asistencial para tomarle declaración en carácter de víctima y testigo. No obstante, se sabe que el teléfono celular de la joven asesinada fue incautado y los peritos lo analizan para determinar si existieron amenazas mutuas entre Leguizamón y el carnicero, tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN. Vale recordar que la siesta fatídica en la que se produjo el homicidio seguido de suicidio, en base a los datos preliminares que manejan los investigadores, Hugo Ruggeri llegó a la mencionada esquina y tras estacionar descendió de su vehículo con el arma. Se cree que sin mediar palabras primero le efectuó un disparo en el pecho a Leguizamón. Luego se dirigió hacia su hija y habría discutido brevemente con la misma. En esos segundos, la joven embarazada llegó a pasarle a su hermana menor la beba que tenía en brazos, y fue allí que el carnicero abrió fuego contra su propia hija, y tras desatar el baño de sangre Ruggeri se mató de un tiro.





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