POSADAS E IGUAZÚ. La estabilidad política de Puerto Iguazú significa para el gobernador Maurice Closs mucho más que la carrera política de su cuñado; significa una cosecha tranquila y permanente de negocios vinculados al turismo, la consolidación de por vida de múltiples actividades de lo más rentables y la transformación a su gusto y “piaccere” de la ciudad.Muchos pensaban que el joven mandatario tendría mayor intervención en el gobierno municipal, luego del triunfo de su cuñado, Marcelo Sánchez, por fuera de la renovación, el año pasado. Sin embargo, no se ha inmiscuido más allá de ordenar millonarias mega obras solventadas con fondos provinciales y darle los retoques finales a todos los negocios vinculados con las cataratas.Pero en los últimos tiempos la situación ha cambiado y según confirmaron algunos cercanos, está más que preocupado por la tensión política que se generó en el Frente para el Cambio, sobre todo con el alejamiento de algunos socios, la pérdida de votos en el Concejo Deliberante y la traba a algunos proyectos que se daban por hecho pero ni el mismo Closs pudo ejercer presión para que se aprueben.Es que, en un principio todo parecía marchar con viento a favor. El polémico ingreso “por la ventana” de Sánchez al Frente para el Cambio fue rápidamente opacado por el triunfo electoral sobre Claudio Filippa. De un total de siete concejales, seis le respondían con sus votos y solo Roberto Arévalo mostraba disidencia; pero debido a una licencia estuvo un tiempo fuera del deliberativo y su reemplazante aportaba una hegemonía total de siete votos al oficialismo.La situación económica se acomodó bastante rápido gracias a la declaración de emergencia económica aprobada por el Concejo, con la cual se evitó pagar juicios, deudas y demandas; y gracias a un furioso operativo de recaudación que incluyó aumento de tasas e intimaciones masivas a comerciantes y contribuyentes.Ahora, a menos de un año de haber asumido, Sánchez cuenta sólo con tres votos seguros, de los siete que tuvo en algún momento en el Concejo Deliberante.Además, Claudio Filippa acecha, no descansa y está en campaña permanente para volver al mando de su ex condado. Recorre los barrios todas las semanas y cerró varias alianzas políticas que lo posicionan con expectativa. Aunque no se ha pronunciado sobre si se presentará como candidato a concejal en 2013 o aguardará hasta 2015 para dar batalla por la intendencia.Quienes abonan esta teoría del retorno filippista recuerdan que el polémico ex intendente obtuvo 5.500 votos renovadores puros el año pasado en el municipio, en tanto que el “Gran Cuñado” se presentó por fuera de la Renovación, logró 3.600 votos, y fue ayudado para llegar a la intendencia por los votos radicales de Salvador Morel y Horacio Spallanzani que le aportaron unos tres mil, superando a la Renovación, en la suma total de sublemas, gracias a la Ley de Lemas.A pesar de que Sánchez no se integró nunca a la Renovación y trabaja con socios políticos que son opositores al Gobierno provincial; se produce una situación extraña porque el gobernador Closs lo avala y protege políticamente como si fuera un renovador puro, asistiéndole con frecuencia en todo lo que necesite, incluso más que a otros intendentes renovadores puros que aportaron votos al FR.Desbande en el ConcejoNinguno de los que se fueron explicó con claridad los motivos; algunos justifican su alejamiento por su actitud y el destrato; pero otros sugieren que Marcelo Sánchez “no comparte” la torta de negocios y beneficios como los concejales esperan que lo haga.Lo cierto es que en las últimas sesiones, Sánchez no ha podido contar con los votos suficientes para aprobar ninguno de sus proyectos, algunos de ellos muy importantes para su gestión.Los únicos votos seguros que le quedan en el Concejo Deliberante son los de Humberto Rossini, Lucía Schreiner y Cecilia Mayol, que ingresó por la lista de Filippa, en reemplazo de Hugo Sartori a quien no dejaron asumir con una impugnación. Ya en el cargo Mayol cambió su postura y respalda a Sánchez.Hay otros tres concejales que dejaron de acompañar sus proyectos y prácticamente rompieron las relaciones. El más distanciado es Roberto Arévalo, quien participó hace dos semanas de un acto de la Renovación con durísimas críticas a la gestión del intendente. Los otros dos distantes son Marcela González, que ingresó por la lista de Filippa y el radical Salvador Morel.Y podría ubicarse en el medio, pero cada vez más lejos del grupo que responde al intendente Sánchez, al presidente del Concejo Deliberante, Luis “Toto” Sánchez, que hasta hace poco lo acompañaba pero en la última semana habría tomado distancia.Para colmo, Claudio Álvarez y Harry Foss, dos experimentados dirigentes peronistas de Iguazú, habrían tomado cierta distancia en las últimas semanas y ya no defienden activamente la gestión de Sánchez como al principio de la gestión. Los dos fueron candidatos a concejales del Frente para el Cambio, pero renunciaron al poco tiempo de asumir, el primero para ser presidente del Iturem (Iguazú Turismo Ente Municipal) y el segundo asesor municipal.Los radicales Horacio Spallanzani, Morel y la peronista Alicia Franconi fueron los primeros en tomar distancia una vez que asumió el pariente del mandatario.“Marcelo (Sánchez) está cada vez más solo. Se le están yendo todos los que lo ayudaron a ganar; la única alternativa que le queda para llevar una gestión tranquila es meter dos concejales en las elecciones del año que viene, sino va a tener muchos dolores de cabeza”, reflexionó un dirigente político local que todavía acompaña al intendente.La lectura es correcta. En 2013 vence el mandato de dos opositores: Arévalo y Morel; además de “Toto” Sánchez que está cada vez más distante.Ahora, que el Frente para el Cambio está roto, muchos recuerdan y sacan a relucir el ingreso “por la ventana” de Marcelo Sánchez a este armado político. No había participado en ninguna de las reuniones previas ni en el armado de las listas. Sin embargo, el viernes que cerró el plazo para presentar listas corrió un rumor, que se materializó el lunes siguiente cuando apareció como candidato.Nadie se hacía cargo de la criatura, es decir, nadie reconoció haber avalado su ingreso, sin embargo, a esta altura todos saben que el apoyo provino, “vaya a saber porqué” de un dirigente del partido centenario.El grupo mayoritari
o del empresariado de Iguazú tampoco se muestra entusiasmado con la gestión; más allá del apoyo otorgado al principio, se aprecia un distanciamiento en los últimos tiempos.Los proyectos que se caenAsí como se caen los votos que tenía en el Concejo también se derrumban proyectos del Ejecutivo, que tenían mucho interés del gobernador Closs ya que están vinculados al turismo, pero que necesitan el voto de los concejales para poder llevarse adelante. Y actualmente quedaron archivados en la presidencia del cuerpo.• El autódromo: El proyecto se presentó por parte del Iturem, pretendiendo que el municipio ceda 46 hectáreas de las dos mil, para construir una pista de carrera para vehículos. La iniciativa tomó estado parlamentario y quedó “cajoneada”.De prosperar podría reducir el predio destinado a ampliar la planta de efluentes cloacales y el parque municipal Mbocaí, desafectando así los saltos existentes allí. Además del autódromo municipal, en el proyecto figura un hotel.Uno de los argumentos esgrimidos a través de la propuesta es que “el proyecto en cuestión aspira a que el municipio cuente con un espacio destinado a la realización de diferentes eventos deportivos, recreativos y actividades que convoquen a personas de diversas provincias y países vecinos, como así también habitantes de esta ciudad”.• La Unidad Ejecutora. A falta de un voto no fue aprobada la Unidad Ejecutora de Obras y Servicios Públicos municipales en la sesión del 8 de septiembre. Tenía la finalidad de ejecutar y financiar trabajos gozando de autonomía para la administración y aplicación de los fondos que se aporten obteniendo recursos de capitales privados, fondos municipales o convenios firmados. Sería una especie de mega ministerio sin control de nadie donde entraría dinero de todas partes y saldrían obras por toda la ciudad.La Carta Orgánica municipal pedía el voto de las dos terceras partes del cuerpo legislativo, pero tan solo cuatro votos obtuvo el proyecto del intendente, de un total de siete ediles. En ese momento todavía acompañó “Toto” Sánchez. El proyecto había estado en comisión desde hace casi un mes y no era vuelto a tratar a la espera de obtener ese ansiado quinto voto. A pesar de que el intendente Marcelo Sánchez, habría pedido que sea aprobado con la mayoría simple, el presidente del cuerpo, Luis Sánchez, no dio a lugar.• El City Tour: A pesar de ser anunciado en conferencia de prensa por el intendente, tampoco tuvo vía libre en el deliberativo: Se trata de negocio privado que ya se otorgó a una empresa provincial, para realizar un paseo turístico por la ciudad. “Con gente que fundió el país”Hace dos semanas hubo un acto donde dirigentes de la Renovación remarcaron claramente la línea política que divide a la Renovación del Frente para el Cambio y apuntaron contra los socios políticos de Marcelo Sánchez.Estuvo el vicepresidente primero de la Legislatura, Alberto “Tito” Álvarez, el ex intendente local Claudio Filippa y el concejal Roberto Arévalo, entre otras figuras políticas destacadas.“En Iguazú el gobierno renovador ha ocupado espacios e hizo alianzas con fuerzas con las que no tenía que pactar, el Frente para el Cambio no es la renovación”, sentenció Arévalo, según publicó La Voz de Cataratas.“No estamos en contra del intendente -aclaró Arévalo-, con la concejal González le votamos la emergencia económica, el presupuesto, y acompañamos proyectos para garantizar la gobernabilidad. Nosotros no nos portamos mal, los que se portaron mal son los que armaron un espacio por fuera de la renovación y hoy reclaman no sé qué. Hay gente que se dice renovadora y está en la renovación, pero se ha equivocado de espacio porque están haciendo política y negociando con gente que en los años 90 fundieron al país y a la provincia, y resulta que hoy dirigen y mandan en Iguazú. Esa es la renovación que no vamos a permitir”, advirtió el concejal en clara alusión al intendente Sánchez y sus socios políticos peronistas del Frente para el Cambio.Filippa aprovechó la ocasión y no se ahorró críticas. Dijo que en Iguazú “hay quienes solamente piensan en tratar de gobernar sin siquiera reconocer al Concejo Deliberante. Y haciendo zancadillas a quienes trabajaron y caminaron para juntar esos seis mil votos para la renovación”, en referencia a su cosecha electoral de 2011. Y añadió: “Tenemos renovación para rato con el liderazgo y la conducción de Rovira”.El actual directivo de Emsa redobló la apuesta contra el clossismo, señalando que “ya lo dije en la campaña pasada, ojo que vienen a Iguazú por todo. Pero la gente sabe y va a quedar demostrado en el 2015 con Rovira gobernador. Algunos que forman parte de este gobierno en los 90 ocuparon cargos nacionales y provinciales, y entre otras cosas fueron responsables de entregar el Banco de Misiones. Y hoy nos quieren venir a dar clases de cómo se hace política. Que dejen de mentirle a la gente”, exclamó.Por su parte el vicepresidente primero de la Cámara de Representantes de la provincia, Alberto “Tito” Álvarez, dijo en tono de advertencia: “Hay quienes se sirven de la renovación para sus ambiciones, pero el deporte y la política son los únicos que dan la posibilidad de la revancha”. Ninguno mencionó al gobernador, pero todos entendieron el mensaje.





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