PUERTO LEONI. Una humilde familia local compuesta por los padres y cuatro hijos transitan desde hace seis años por un difícil camino con la enfermedad que atraviesan dos de sus hijos menores y que no reciben ayuda ni de la Comuna ni de la Provincia, a pesar de contar con fehaciente documentación que amerita sean atendidos.Los padres son Celia Blanco y Ramón Acevedo. Ella ama de casa y él hace changas de albañil. De su segundo embarazo tuvo mellizos, que nacieron prematuros. Uno de ellos, Adrián Esteban nació con problemas –cavernoma de la porta- por lo que fue derivado al Hospital Garrahan de la capital. En tanto, el otro mellizo, Iván Fernando, nació con obstrucción del esófago por lo que debió ser operado. Ambos pequeños tienen historias clínicas del hospital Garrahan. Iván, ahora con dos años, no puede digerir alimentos con lactosa ni sacarosa, y debe alimentarse con una dieta hipofermentiva moderada- estricta y por supuesto, muy cara. Esto implica evitar alimentos que contengan fibras (frutas, verduras, cereales integrales, legumbres) , lactosa y sacarosa.Sin techo propio Varias veces al año deben trasladarse a Buenos Aires para el tratamiento de ambos. Los otros niños quedan al cuidado de la abuela materna. Adrián tiene una asignación por discapacidad de la Anses, pero no Iván. Como los padres carecen de obra social, todas las veces que llevan a sus hijos al Garrahan deben gestionar los pasajes y alojamiento con el Ministerio de Desarrollo social de la Nación, desde cuyo organismo se solicitó por nota -fechada en noviembre de 2011- que el municipio construya una casita acorde a los problemas de salud de los niños.Desde defensoría de familia, en Jardín, el 19 de septiembre, se envió un oficio al intendente de Leoni, Fabio Cano, para que solucione el problema habitacional de esta familia, que desde hace más de un año no tuvo solución. Tampoco desde el municipio les ayudan con mercaderías. La madre percibe asignación universal por sus cuatro hijos, pero si esta ayuda es escasa para una familia de escasos recursos, lo es más aún para quienes tienen hijos enfermos. Actualmente viven junto a la abuela en una casita de madera 20 metros cuadrados y no cuentan con baño instalado ni conexión de agua corriente.





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