BUENOS AIRES (NA). El Centro Simon Wiesenthal le advirtió al canciller Héctor Timerman que “no puede haber un diálogo válido entre la Argentina e Irán hasta que se haga justicia en la causa AMIA” y manifestó su escepticismo ante el pedido de reunión del país islámico.De esta manera, los directores del Centro plantearon a través de una carta su rechazo al pedido por parte del canciller iraní, Ali Akbar Salehi, de un encuentro bilateral en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se desarrollará en Nueva York.“No puede haber un diálogo válido entre Argentina e Irán hasta que se haga justicia en la causa AMIA y hasta que Irán abandone su programa nuclear genocida –que viola la Carta de las Naciones Unidas- que tiene como objetivo atacar a Israel, un Estado amigo de la República Argentina”, afirma la carta.El director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, Shimon Samuels, y el director para América Latina, Sergio Widder, recordaron además que “hasta el día de hoy, Irán se niega a cumplir con las órdenes de captura refrendadas por Interpol contra ocho ciudadanos de ese país”, entre quienes se encuentran el ex presidente Hashemi Rafsanjani, el ex cancillerAli Akbar Velayati y el actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi.Además, Samuels subrayó que “Irán ha expresado muchas veces su intención de ‘borrar del mapa’ al Estado de Israel, y tiene en marcha un programa nuclear con fines bélicos”.En este sentido, hizo hincapié en el contraste con la Argentina al destacar “el programa nuclear responsable” del país y señalar que “como futuro Miembro No Permanente del Consejo de Seguridad para el período 2013-2014, tiene la obligación ineludible de actuar a favor de la paz mundial”.“¿Cuál sería la agenda política común entre cancilleres de países que tienen posiciones diametralmente opuestas en asuntos ligados a la defensa de los derechos humanos y civiles?”, se preguntaron los responsables del Centro Wiesenthal. Y agregaron: “La Argentina ha consagrado la Ley de MatrimonioIgualitario, en Irán la homosexualidad es considerada una ‘aberración’ que debe ser reprimida desde el Estado. El gobierno argentino está promoviendo una reforma del Código Civil que excluye de la normativa el ‘deber de fidelidad’ entre cónyuges, y el régimen de Teherán considera que las mujeres ‘adúlteras’ merecen ser lapidadas”.





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