OBERÁ. El Tribunal Penal 1 de esta ciudad condenó a ocho años de prisión a un hombre acusado de violar y embarazar a su hijastra, una niña que al momento de los hechos tenía sólo once años de vida, consignaron fuentes vinculadas con la causa.El imputado, de 36 años, reconoció su responsabilidad penal en el hecho para acceder a un juicio abreviado.Ayer, los jueces homologaron el acuerdo alcanzado entre la defensa y la Fiscalía para sellar el monto de la pena en ocho años de encierro.El caso saltó a la luz en el 2008, cuando la madre llevó a su pequeña hija al hospital Samic de Oberá porque se sentía descompuesta.Allí, en el centro de salud, se enteró que la menor presentaba malestares pero no por una intoxicación alimenticia o un síntoma que se le parezca, sino debido a un avanzado estado de embarazo.Con posterioridad, la mujer se trasladó a la Comisaría de la Mujer de Oberá y denunció a su concubino como responsable de esa situación.A esa altura de los acontecimientos la niña había contado, con lujos de detalles, quién era el responsable y cómo se habían desencadenado los hechos. En el caso intervino la Justicia penal de la Capital del Monte, que ordenó la inmediata detención del sospechoso.En Cámara Gesell, la víctima indicó que los abusos se repitieron en al menos cuatro oportunidades. En la última, quedó encinta.Ante los especialistas, ella aseguró que el depravado aprovechaba la ausencia de la madre para cometer sus tropelías.Para ese entonces corría el año 2008 y al siguiente, la víctima dio a luz.Con el devenir del tiempo, el sospechoso fue imputado y procesado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo”.El debate oral estaba previsto para esta semana, pero se suspendió debido al acuerdo entre las partes.Ayer se conoció que el Tribunal lo homologó, razón por la que la sentencia quedó firme.La decisión fue adoptada en la víspera por los magistrados Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero, consignaron fuentes del caso. AcorraladoAbrumado por el cúmulo de pruebas en su contra, el acusado no tuvo otra alternativa más que reconocer su responsabilidad penal en el hecho para acceder a una reducción de la pena.En este sentido, trascendió que la Justicia contaba incluso con el resultado de una prueba de ADN que confirmaba su paternidad de la criatura que la hijastra trajo al mundo en 2009.Finalmente, fue sentenciado a prisión por el delito de “abuso sexual con acceso carnal”.No trascendió si, en este caso, era aplicable el agravante de guardador del imputado sobre la víctima. Lo cierto es que pasará los próximos ochos años tras las rejas.





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