BUENOS AIRES (DyN). El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, afirmó ayer que el cacerolazo de protesta contra políticas oficiales fue “minoritario” y no tuvo “espontaneidad alguna”, dijo que a los participantes “les importa más lo que pasa en Miami que en San Juan” y los desafió a “armar un partido y ganar las elecciones”.Abal Medina minimizó la magnitud de la protesta que se replicó en varias ciudades del país, al afirmar que “cualquier movilización de la izquierda junta la misma cantidad” y cuando se le preguntó si habrá cambios a partir del cacerolazo respondió: “No en absoluto, seguimos trabajando con las políticas por las que ganamos con el 54%”.También advirtió que no hubo una consigna “clara” en la protesta sino “mucho insulto, mucho odio, mucha agresión” en los discursos de los manifestantes, en tanto remarcó que en la Argentina hay “ausencia absoluta de miedo y total libertad, incluso diciendo las barrabasadas que se les ocurran”. El ministro coordinador señaló que “es un sector social que obviamente está muy lejos de las mayorías en la Argentina” y criticó que “se movilizan en contra, sin poder plantear claramente su agenda”.Sobre el rechazo a una eventual nueva reelección presidencial, dijo que “son generalidades que están lejos de ser el eje de la discusión” y que en realidad “hay un conjunto de excusas que ellos ponen porque les da vergüenza decir que están reclamando por si pueden gastar más en el exterior”.Un llamado para todosDe su lado, el diputado radical Ricardo Alfonsín sostuvo ayer que luego del cacerolazo en la Capital Federal y distintas ciudades del país del que participaron miles de personas, el oficialismo y la oposición tienen “que tomar nota” del reclamo de los manifestantes.Además, consideró que las protestas “no tuvieron motivación económica”, como quisieron instalar desde algunos sectores del kirchnerismo. El legislador realizó estas declaraciones a la prensa al participar de un encuentro partidario de la UCR en la ciudad bonaerense de La Plata.Alfonsín aseveró que en las manifestaciones “no hubo un reclamo único, pero sí coincidieron en el respeto a las instituciones, de generar mayor disposición al diálogo y cumplir con la Constitución”.Una multitudinaria manifestación y cacerolazo se realizó con consignas en contra del gobierno de Cristina Fernández, que tuvo como epicentro la Plaza de Mayo y concentraciones en distintas ciudades del país como Córdoba, Mendoza, Rosario, San Miguel de Tucumán, Salta, La Plata y Posadas. POSADAS SE SUMÓAlrededor de 3.000 ciudadanos de Posadas se congregaron el jueves por la noche para protestar contra algunas de las políticas implementadas por el Gobierno nacional. Primero, los manifestantes, de distintas edades y sin banderías políticas (al menos a la vista), se congregaron en la plaza San Martín y después se movieron hacia la tradicional 9 de Julio, frente a la Casa de Gobierno. Los cuestionamientos apuntaron principalmente hacia el cepo al dólar y la inflación.La convocatoria, como en otros puntos del país, se había hecho a través de las redes sociales. No se registraron incidentes.





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