POSADAS. Cuando pese a haber dejado todo en la cancha y ser superior al rival se pierde un partido por un error propio, se mastica la bronca y la derrota se puede sobrellevar. Pero, cuando sin ningún tipo de escrúpulos un árbitro incide para sacarle el partido de las manos a un equipo se conjugan bronca, impotencia, calentura y todo lo que eso genera.Así se sintió la gente de Capri ayer, luego de que un hombre designado para impartir justicia hizo todo lo contrario, perjudicando con sus fallos al equipo local, que fue superior a Taragüy de Corrientes y debió haberse quedado con la victoria. Pero, una vez más el mal accionar del árbitro definió el partido y fue, ¡vaya casualidad!, el chaqueño Juan Márquez.Los fallos fueron tan evidentes que ofuscaron hasta al más tranquilo. Porque, lisa y llanamente, se trató de un arrebato. Sí, a Capri le sacaron de las manos un partido que tenía asegurado. Porque cuando iba arriba en el marcador por 23-12 y Facundo Tejedor interceptó una pelota en un avance de Taragüy para irse solo debajo de los palos y apoyar, el árbitro anuló la jugada -que era try cantado- cobrando falta a favor de la visita por un “supuesto” tackle sin pelota de Camilo Insaurralde a un jugador rival, cuando en realidad fue el jugador de Taragüy quien embistió al centro de Capri. Y decimos “supuesto” porque al final, y ante la consulta de qué había cobrado, el árbitro no dio explicaciones. Esa fue una jugada puntual que inclinó la balanza, al igual que un penal favorable a Capri, que se le dio a Taragüy, que finalmente llegó al try cuando se jugaban casi 50 minutos del segundo tiempo. Y, ¡oh casualidad!, tras cartón del ensayo visitante, el partido llegó a su fin.Fueron las dos jugadas claves que cambiaron el resultado final en 24-23 a favor de la visita, que hasta ese momento caía por 23-19.Una vez finalizado el partido, el propio juez incitó a la violencia, porque se paseó entre el público local, que a esa altura -y con razón- estaba muy caliente.Pero, primó la cordura y pese a la acción “sobradora” del árbitro, no pasó a mayores.Sin dudas, así no se puede seguir. Porque no es la primera vez que ocurre con arbitrajes de chaqueños y correntinos, que lo único que pretenden es hundir al rugby misionero. Porque algo similar ya ocurrió hace una semana atrás y provocó la ira de un dirigente local, que en un momento de calentura “se sacó” y ahora puede ser pasible de una fuerte sanción.Generalmente no somos de hablar de los árbitros, pero lo hecho ayer por el referí en cancha de Capri fue tan alevoso que no puede pasar por alto.




Discussion about this post