Posadas. La desesperación y el miedo invadieron a Noelia Lenohardt (25) cuando el médico advirtió que había una complicación en el quinto mes de embarazo. La abuela Susana Ortíz (53) tampoco podía creer lo que estaba escuchando: “que apenas latía el corazón del bebé”. Muy afectada por la noticia dejó todo en manos de San Ramón Nonato. Finalmente el 18 de junio a las 22.07 llegó al mundo Zamira Aymará Gauto, a los ocho meses de gestación.Hoy Susana, Noelia y la pequeña Zamira, con poco más de dos meses y tres kilos, llegaron hasta la iglesia San Ramón, para agradecer por la vida y la salud.“Lo primero que hicimos fue agradecer por la niña, gracias a Él (San Ramón) nació sanita y ni siquiera estuvo en incubadora a pesar de haber sido prematura”, resaltó muy emocionada la abuela. Noelia recordó que el embarazo transcurrió con normalidad hasta el quinto mes, cuando en un control el médico no escuchó muy bien los latidos. “Ahí me mandó a hacer muchos estudios y a controlarme de manera más frecuente”, comentó.Al séptimo mes de embarazo Noelia tuvo que internarse y treinta días después nació Zamira por decisión propia, por parto normal. La emoción y alegría de la familia fue muy grande, la nena estaba en perfecto estado de salud, había alcanzado los dos kilogramos y no necesitó quedarse en incubadora. “Aparte ya me habían aplicado las inyecciones para sus pulmoncitos y estaba todo bien”, agregó. Enseguida madre e hija tuvieron el alta médica, con la bebé en buenas condiciones, que actualmente se alimenta de leche materna y también mamaderas. “Está muy bien, ya tiene tres kilos”, señaló Noelia.“Nosotros nos pusimos en manos de San Ramón y estamos muy agradecidos por todo, creo que gracias a su intercesión salió todo bien”, agregó Susana, luego de participar de la misa muy contenta con su nieta. Hoy la familia de Zamira agradece y deja en manos de San Ramón las situaciones difíciles, pues Susana también enfrenta una enfermedad difícil y confía que saldrá adelante con su ayuda. Mucha gente, muchas embarazadas y mujeres que desean ser madres, se acercaron durante la jornada de ayer para agradecer y pedir a San Ramón por la salud y la vida. “Ahora nos aferramos más que nunca, tenemos mucha fe en él”, señalaron las mujeres mientras Zamira abría grande sus ojitos.





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