BUENOS AIRES (NA). El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, admitió un parate en el mercado laboral y en la demanda de empleo y lo relacionó con la “precaución” que adoptan los empresarios ante el impacto de la crisis mundial, aunque negó que exista por ahora un “clima de despidos masivos”.“La creación de empleo pasó a tener un crecimiento a ritmo más lento debido a que las empresas toman precauciones y no renuevan contrataciones que se agotan”, evaluó Tomada.Así, el funcionario reconoció que la demanda laboral sufrió un freno debido a la desaceleración de la economía por la caída de la demanda externa de productos manufacturados, lo cual viene siendo advertido por las consultoras privadas y los institutos de análisis financiero desde el primer trimestre del año.Horas después de que el Consejo del Salario aumentara el haber mínimo, vital y móvil a 2.875 pesos, a partir del 1 de febrero próximo, Tomada planteó que esas precauciones adoptadas por las empresas en medio de un contexto internacional, “impactan en el mercado de trabajo”.De todos modos, aclaró que “todavía se observa que no hay un clima de despidos masivos, de una extensión en la destrucción de puestos de trabajo”.Según Tomada, el freno en la demanda de trabajadores se da por el contexto de crisis económico-financiero que vive el mundo, lo cual hizo caer la demanda externa, aumentó la cautela y enfrió el nivel de producción en el ámbito local.“No da la impresión de ser coyuntural. Pasan los meses y a veces en algunos sectores se profundizan (las consecuencias). Más concretamente en el mercado del trabajo parecen agravarse”, sostuvo el funcionario.Estimó, de todas maneras, que las políticas contracíclicas “contundentes y organizadas” que lleva adelante el gobierno de Cristina Kirchner tendrán un efecto positivo “en los niveles de empleo en los próximos meses”. “Hacia fines de año podemos empezar a recuperar nivel”.





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