POSADAS. En un hecho insólito, prácticamente sin antecedentes, el presidente de Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (Emsa), Sergio Ferreyra, admitió ante los diputados de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura que desde su puesto de presidente firmó una resolución para designarse en planta permanente de la empresa. Con ello, cuando deje de trabajar podrá gozar de la mejor jubilación que puede aspirar a tener un trabajar público de esta provincia.Luego de culminar su exposición sobre los trabajos que la eléctrica prevé realizar en 2013, el diputado Claudio Wipplinger (Trabajo y Progreso) le pidió que confirme o desmienta la versión que recorrió algunos medios y que refería sobre su autodesignación en la empresa.“Queremos saber si es real, si considera que hace un aporte valioso de recurso humano a futuro y si cobra dos sueldos porque también tiene un cargo político”, indagó Wipplinger.Visiblemente incómodo, Ferreyra respondió: “Yo no estoy cobrando dos sueldos, aclaro, estoy cobrando solamente el sueldo que me paga la empresa por el cargo que tengo dentro de la empresa y… sí, estoy en planta permanente, no tengo porqué ocultarlo porque es natural. Mi aporte es con trabajo, el personal de la empresa lo puede decir, el gremio lo puede decir, no es para ocultarlo ni mucho menos”, dijo.“Desestimé el sueldo de presidente y tengo el sueldo solo por trabajar en la empresa”, expresó Ferreyra sin dar más precisiones. Trascendió que su designación fue en categoría 24, la más alta que puede aspirar un trabajar eléctrico y que tendrá la mejor jubilación que un trabajador del Estado puede aspirar en Misiones. Canal abierto o acueductoOtro de los temas destacados de la exposición del titular de Emsa fue la revelación de que se analiza la construcción de un acueducto o canal a cielo abierto para proveer de agua al lago Urugua-í, manteniendo una cota estable y con ello una generación permanente de energía en la central hidroeléctrica instalada en el lago.“Urugua-í es determinante para el sistema interconectado provincial, regula el nivel de energía que debemos comprarle a Cammesa pero lamentablemente está sujeto al régimen pluviométrico. Si disminuye el agua también disminuye la energía que aporta la central y tenemos que comprarle más energía a Cammesa”, señaló Ferreyra.A continuación reveló: “Tengo la instrucción para iniciar un estudio de factibilidad para construir un canal a cielo abierto o subterráneo (acueducto) desde el río Iguazú o el Paraná para mantener una cota estable, sin alteraciones”.Acto seguido desenmascaró otro interés que tiene él pero más aún el gobernador Closs, al margen de la generación de electricidad. Se trata de los emprendimientos turísticos que planean impulsar en los predios alrededor del lago, y a los cuales les hace falta mantener un nivel permanente y estable de agua.“Si tenemos una cota constante podemos lograr un doble efecto, ya que sería muy positivo para instalar emprendimientos turísticos en la zona”, desenmascaró.Wipplinger consultó sobre el factor potencia estimado que podría aportar la central con el nivel de cota estable al que hizo referencia el presidente de Emsa y sobre los montos estimados de inversión necesarios. Ferreyra respondió pero sin dar ningún dato: “Una vez que esté el proyecto nos van a decir el factor potencia, porque también está en estudio la posibilidad de anexar otra máquina de 20 o 30 megavatios que pueda instalarse con la disponibilidad de agua; ya que muchas cosas del funcionamiento de una represa ya las tenemos”, dijo. “La inversión también la tendremos recién con el estudio de factibilidad”, añadió.Ferreyra mostró un gráfico donde se marca el descenso de la generación de la represa de Urugua-í con respecto al total de consumo de la provincia de Misiones, ubicando al año 1997 como el pico máximo de generación propia, con la central hidroeléctrica aportando casi el 80% de la demanda de ese año.Desde aquel tiempo, año a año, el aporte de Urugua-í ha venido disminuyendo hasta alcanzar apenas el 15% de la demanda provincial el año pasado, con una previsión de cerca del 10% este año.No hizo referencia en ningún momento a los planes que tiene la Nación de construir las represas Garabí y Panambí, no habló de beneficios o daños para Misiones ni tampoco de la Ley de Plebiscito aprobada el año pasado por la Legislatura provincial. Compra energía a 13 y vende a 40 millonesEntre los números que expuso ante los diputados, el presidente de Emsa, Sergio Ferreyra, explicó que la facturación que consigue la empresa oscila en los 37-38 millones de pesos mensuales, que puede llegar a 41 millones en los meses de mayor consumo.Asimismo, señaló que el pago a la distribuidora Cammesa oscila en un promedio de 13 millones mensuales (durante 2011), lo cual implica una incidencia del 40% en los costos totales.Se deduce de su explicación que la empresa recauda por año unos 400 millones de pesos o más y abona 130 millones a Cammesa. Quiere decir que al menos le restan por año 270 millones de pesos.En ese marco, el funcionario explicó que entre 2010 y 2012 se ha producido un defasaje por la quita de subsidios a nivel nacional. La compra de energía de la provincia a Cammesa en ese lapso creció un 28% pero el costo de la energía consumida se incrementó un 60%.En otro tramo señaló que la masa salarial anual se ubica en 208 millones de pesos, para el pago salarial de 1.752 empleados, con lo cual restan unos 60 millones de pesos anuales, un promedio de 5 mensuales, para hacer frente a obras e insumos.Consultado por el diputado Wipplinger sobre los aportes de capital que realiza el Estado provincial y que en los últimos dos años han sumado cerca de 50 millones de pesos, Ferreyra respondió que “no se utiliza todo en la compra de energía. Un poco se destina a obras, un poco al convenio con el personal y otro poco a los compromisos (deudas) porque no está todo saneado, estamos tratando”. Prosap III retrasadoFerreyra también dio breves explicaciones sobre los trabajos de electrificación rural que se realizan gracias al Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap) con financiamiento del BID.Reconoció que hay un retraso de la primera etapa, que se firmó en 2009, para realizar 2.800 conexiones, y que debía terminar en 18 meses. Indirectamente Ferreyra admitió que la gesti&a
mp;oacute;n anterior (de Héctor López Ricci) no realizó lo que tenía que hacer y ahora la Provincia debe compensar con recursos propios.Estimó que para fin de año estarán terminadas las 2.800 conexiones de la primera etapa y luego restarán poco más de dos mil en la segunda etapa.El diputado Héctor Bárbaro (Pays) reclamo precisiones sobre el programa y Ferreyra tuvo que pedir asistencia al ingeniero Gagliardi, quien aportó algunos números relacionados al financiamiento provincial y del BID y al estado de las obras.





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