PUERTO IGUAZÚ. La Justicia procesó a los cinco detenidos por el crimen del joven Jordi Díaz, de 19 años, quien fue hallado muerto a golpes en un arroyo del barrio Malvinas de la citada localidad, el domingo 20 de mayo. La víctima fue encontrada a pocos metros de una celebración donde había asistido la noche anterior. El día en que se perpetró el asesinato fueron arrestados un menor de 17 años y otro joven de 24, mientras que apenas 24 horas después fueron apresados tres muchachos, de 18, 21 y 24 años. Estos cinco individuos ahora fueron procesados por el magistrado Eduardo Fernández Rissi, a cargo del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú. La calificación por la cual fueron procesados es la misma con la que fueron imputados desde un principio, “homicidio simple”, según fuentes oficiales. En su momento los implicados se abstuvieron de declarar ante la Justicia. Según trascendió, fueron fundamentales para la determinación del juez varios testimonios y algunos indicios hallados en las viviendas de los sospechosos, en el barrio Villa Alta de Puerto Iguazú. A estos elementos los investigadores le añadieron la prueba química de Luminol (para detectar rastros de sangre) que, tal como publicó este diario, dio resultado positivo en la escena donde se cree fue agredida la víctima. Dicha pericia se concretó en el lugar donde se presume que sufrió una desigual golpiza el infortunado muchacho, a manos de varios individuos. Se trata de una zona de quinchos cercanas al arroyo Tacuara de Puerto Iguazú, donde fue hallado el cuerpo de Díaz. Las manchas de sangre halladas se extendían varios metros, no descartándose que tras la agresión el joven fuera arrastrado por el o los asesinos y arrojado al cauce, lo que evidenciaría que el o los asesinos habrían intentado ocultar el cadáver. Celebración mortal El cuerpo del joven, que horas antes había participado de una fiesta de cumpleaños, fue hallado cerca del mediodía de ese fatídico domingo. Estaba a pocos metros de donde se llevó a cabo la celebración, sumergido en un arroyo -a la altura de la calle Jilguero del barrio Malvinas de Puerto Iguazú-, con el tabique nasal fracturado y otros tantos signos de violencia. El cuerpo, sumergido casi medio metro en el agua, estaba vestido y boca abajo. En base a las primeras averiguaciones que hizo en su momento la Policía, Díaz era uno más de los cien invitados a un cumpleaños que se llevó a cabo entre la noche del sábado y la madrugada dominical en un quincho de la zona, emplazado a pocos metros de donde apareció su cuerpo. Según la versión de varios testigos, en determinado momento la fiesta privada se desmadró y se inició una gresca entre varios invitados, entre los cuales se encontraba la víctima fatal.La principal teoría que manejan los investigadores es que fue en esa pelea que al menos otros cinco asistentes al cumpleaños hirieron gravemente a Díaz. De acuerdo a la hipótesis tras la prueba de Luminol, los mismos homicidas arrojaron el cuerpo al curso de agua.





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