POSADAS. “No seré feliz pero tengo marido”, con la actriz Linda Peretz, regresó a Misiones y volvió a conquistar al público con un monólogo que refleja lo bueno y lo malo de un matrimonio con el paso de los años. Poniendo en un tapete ciertas preguntas relacionadas con la convivencia y si es correcto estar casado, la actriz disfrutó de casi dos horas sobre el escenario del Instituto Montoya. Compartiendo junto al público dejó en claro que además de llevar adelante doce años de obra, tiene una memoria intachable recordando los nombres las personas que en primera fila compartieron y formaron parte de ese monólogo. Cuestionando al hombre desde el punto de vista de marido “despreocupado por la mujer”, intentó sacudir esas situaciones que por momentos causaban risa, pero por instantes el silencio de apoderaba del lugar. Dejando a su vez una brecha de preguntas, indicó que lo importante para una sociedad es mantener las apariencias y llevar adelante un legado familiar pese a todas las dificultades. Desde su papel de mujer fatigada también destapó las infidelidades y pese a todo sostuvo tal como lo dicta el título de la obra “No seré feliz pero tengo marido”, con un público que aplaudió de pie la clásica obra.





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