Posadas. El Plan de Acción para la Conservación del Yaguareté -especie en vía de extinción- está en marcha, un primer y gran paso fue la aprobación por parte de la Administración de Parques Nacionales, se espera ahora la validación de la Dirección de Fauna de la Nación, así como del Ministerio de Ecología de Misiones. El plan es “inmenso” y fue elaborado durante casi seis años de trabajo entre la Administración de Parques Nacionales, el Ministerio de Ecología, la Fundación Vida Silvestre, el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico, con aportes de la Red Yaguareté, y la Fundación de Historia Natural Félix de Azara que permitieron definir una serie de programas de conservación que tienen su foco en el Yaguareté, pero que tiene su plan de conservación en sentido amplio. Manuel Jaramillo, coordinador del Programa Selva Paranaense de Vida Silvestre, explicó que en el Plan de Acción hay programas de hábitat, de control y vigilancia, de concientización y difusión. “Básicamente la receta -si se quiere- de qué es lo que tenemos y cómo podemos hacerlo para alcanzar un objetivo que es llegar a que en el bosque Atlántico y el parque nacional brasilero lleguemos al menos a 50 individuos de Yaguareté y de esa forma tener una población viable”.De acuerdo con Jaramillo, “que se apruebe en particular por Parque Nacionales, es saber que este documento que se hizo a través de técnicos que participamos en el proceso tiene realmente el apoyo político para su implementación”. Y agregó que “estamos ahora esperando que venga el mismo camino, a partir del Ministerio de Ecología”. En este caso, explicó que en la provincia el proceso es más complejo porque la territorialidad que tiene la provincia de Misiones con alta de yaguareté es más amplia que Parques Nacionales; el paisaje de conservación en la provincia no es sólo en áreas protegidas es justamente una matriz de actividades productivas turísticas, de uso humano, entonces hay muchas dependencias del gobierno que tienen que aprobar el plan para que pueda implementarse. Plazos El coordinador del programa Selva Paranaense explicó que el plan de acción está previsto para ejecutarse en cinco años. Una vez que se logre la aprobación de la Provincia, y de la Dirección de Fauna de la Nación como autoridad de aplicación de la ley de monumento natural nacional, “tenemos que volver a juntarnos como comisión Selva Paranaense -que es lo que somos, este grupo de instituciones que armamos el plan- para desarrollar el plan operativo anual”. “El plan operativo anual será para determinar qué se podrá hacer en 2013, con qué recursos, quién será el responsable de ejecutarlo, pero lo que es importante destacar es que este plan en realidad ya está en ejecución, lo que hemos hecho es ir poniendo en forma un poco ordenada”, comentó.En ese sentido, Jaramillo ejemplificó que con el programa del monitoreo del yaguareté que “está hace más de ocho años, trampas cámaras, después de collares satelitales que se pueden colocar en los individuos para conocer sus movimientos, sus comportamientos, desplazamientos. Esto lo está haciendo la gente de bosque Atlántico y del CONICET, con apoyo de la fundación Vida Silvestre, Parques Nacionales y el Ministerio de Ecología, algo que ya está en marcha, es un programa que está en implementación”. Por ejemplo, el plan de uso sustentable del Bosque Nativo, está totalmente relacionado con la implementación efectiva de la ley de presupuestos mínimos del ordenamiento territorial y si bien no es con la agilidad esperada, hace poco más de una semana se firmaron convenios con 27 propietarios de áreas de bosques nativos que van a recibir el apoyo de fondos en el marco de la ley de bosques, comentó. Control y VigilanciaEn ese marco, hace relativamente poco, hace un mes, hubo un primer taller con guardaparques de la zona centro, después con los de la zona Norte, juntamente capacitando en lo que es el diseño del programa de control y vigilancia para luego asignar recursos. De esta manera, Jaramillo explicó que “el Plan de Conservación de Yaguareté, aprobado por Parques Nacionales, en proceso de revisión por el Ministerio de Ecología, es un documento que dice cosas que hay que hacer pero que ya estamos haciendo. Hay acciones que se están haciendo, que contribuyen en lo que es el plan de conservación del yaguareté y que muestran que hay esperanzas que logremos implementar el plan en forma completa”. Negligencia, no accidenteComo una “negligencia y no un accidente” fue considerada la muerte de la hembra yaguareté de un año que tenía un alto potencial reproductivo, y fue embestida por un colectivo sobre la ruta nacional 12, a la altura del kilómetro 1.622, sector que se encuentra dentro del Parque Provincial Puerto Península. “Hay una diferencia muy grande entre lo que no se puede evitar y la negligencia”, lamentó Jaramillo, quien adelantó que para el martes 28 hay una convocatoria para una reunión interinsitucional con el Ministerio de Ecología, en el mismo parque provincial Península, para que los integrantes de Vialidad Provincial, Vialidad Nacional, fundación vida Silvestre, Parques Nacionales, todo el grupo de gente que está trabajando en este tema logren articular ideas y propuestas para buscar una solución a la problemática del atropellamiento. El coordinador indicó que “es un tema muy complejo, más en Misiones que tiene una red vial muy amplia, donde hay muchas áreas donde hay mucho peligro de atropellar fauna, uno puede ver fauna atropellada desde que sale de Posadas hasta Iguazú”.Sobre las experiencias para evitar más muertes, mencionó Jaramillo la experiencia de la ruta Nacional 101, en la zona del paraje María Soledad, donde Vialidad provincial en conjunto con Conservación Argentina y el apoyo de muchas organizaciones, implementó un corredor ecológico. Consiste en un ecoducto, un túnel por donde pasan los autos y por encima pasan los animales y se hicieron en la misma zona los tradicionales pasafaunas que son tipo puentes sobredimensionados y que -según aseguró- está funcionando muy bien. Más prevención y señalizaciónPara evitar el atropellamiento de la fauna, independientemente de las acciones como pasafaunas o ecoductos, se considera la nece
sidad de más prevención y señalización. “Hay una cuestión de reglamentación, la velocidad máxima en áreas protegidas es de 60 kilómetros por hora, y es necesario fortalecer lo que es la señalización, porque realmente las rutas no están suficientemente señalizadas”, dijo Manuel Jaramillo Coordinador del Programa Selva Paranaense de Vida Silvestre. Asimismo manifestó que sería necesario implementar alguna medida de control directo, ya sea por radares, presencia policial de rutas u otras porque “son rutas muy extensas donde, no hay mucha forma de control y realmente a la gente le cuesta respetar la velocidad si no hay algo que lo obligue hacerlo”.





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