POSADAS. Hace doce años, la obra “No seré feliz…pero tengo marido” hace que hombres y mujeres la aplaudan de pie y puedan identificarse con las más variadas situaciones que aborda. El alma de esta pieza es la actriz Linda Peretz quien cada vez que pisa las tablas, no importa en que punto del país o del mundo se encuentre, lo hace como si fuera la primera función. Con ansias de compartir con el público la historia de esta pintora, que al cumplir 27 años de casada tiene mucho para contar, Peretz regresa a Misiones para brindar dos funciones: Hoy, en el Cine Teatro de Oberá y este domingo, a las 21, en el auditórium del Montoya, en Posadas, por lo que las entradas se pueden adquirir en la boletería. Desde Corrientes Capital, donde anoche presentó la obra, la actriz Linda Peretz compartió una charla telefónica con PRIMERA EDICIÓN acerca de esta historia que a más de una década, sigue cosechando aplausos. ¿Qué cree que llevó a esta obra a perdurar tanto en el tiempo?No sé donde está el secreto realmente, creo que fundamentalmente el público se siente identificado con todo lo que digo, está totalmente familiarizado con una problemática universal, de todos los tiempos, que es la problemática del matrimonio, donde uno se ve reflejado cotidianamente en todo lo que digo. Entonces, las mujeres ven a sus maridos, los maridos se ven a sí mismos, ven a sus esposas, es un tema familiar, muy reconocido por el público. Creo que es eso, cuando uno ve una obra de teatro que está ficcionada pero que tiene que ver mucho con su vida, con su doméstico manejo de la vida, creo que es ahí donde radica la aceptación. No hablemos de éxito, porque el éxito es bastante abstracto. Siento que hay mucha aceptación, el público me devuelve ese amor permanente que yo prodigo hacia ellos, así que estoy muy contenta con el recibimiento y con el resultado.Teniendo en cuenta que esta pieza se estrenó hace 12 años y que a lo largo de este tiempo han habido notables cambios tecnológicos -dados por el uso de celulares y de Internet- y otros cambios sociales que fueron incidiendo en las relaciones humanas, de pareja ¿Hay una adaptación en el libreto de acuerdo a esos cambios? Me baso muchísimo en algo que está escrito, esta obra está basada en un libro original de Viviana Gómez Thorpe que fue un éxito editorial, yo misma lo compré, lo leí, lo disfruté. Entonces, me baso muchísimo en ese texto y voy agregando algunas cosas… incorporé la dinámica de hablar con el público. Todo eso hace que la obra tenga una vitalidad y una dinámica interesante. Incorporé muchísimo esas cosas, tiene bastante actualidad, me gusta hablar de cuando los hombres, por ejemplo: se encierran en el baño mandando y recibiendo mensajitos de texto, ahí hay que desconfiar un poco de esa actitud del hombre; cuando están chateando en la computadora hasta el día siguiente o hasta cualquier hora y no te dice con quien; todo eso me grafica un poco la actualidad.¿Cuáles son los temas predominantes, en cuanto a la pareja, con los que se va a encontrar el espectador?En la obra, recorro una serie de matices, hago un recordatorio de lo que fue el hombre en estos años de casada, yo estoy festejando los 27 años de casada y entonces hay temas como que el hombre los fines de semana no se peina, no se baña, no se afeita, está motivado solamente por un control remoto y lo único que te dicen es: ¡Gooool…!Como es la mirada de una mujer, estoy reflexionando un poco sobre el comportamiento del hombre y hay un fenómeno que es privativo del hombre que es el ‘viejazo’, empiezan a mirar a chicas jovencitas a partir de cierta edad y digo que más que la atracción sexual que puedan tener por esas chicas, lo hacen por miedo a la vejez y a la muerte, porque el hombre lleva más encubierto este problema de la madurez, del deterioro. Las mujeres somos más manifiestas en ese sentido, vamos a la cosmetóloga, nos hacemos aparatitos en la panza, etcétera… y hay situaciones que hacen que el matrimonio se rompa. Este texto está escrito con mucho humor y con mucha ironía y eso hace que la gente se divierta muchísimo. ¿Cómo es la respuesta de los hombres?Los hombres acompañan mucho a las mujeres, son los primeros en pararse y aplaudir, a mí me da mucho cariño que los hombres estén conmigo acompañándome en esta obra. Ya es un lugar común que las mujeres frente a un título tan sugerente de ‘No seré feliz… pero tengo marido’ respondan y te vayan a ver, y es muy lindo que el hombre también te responda.Como mujer ¿Hay una autocrítica de la protagonista de la obra?Sí, hay una autoconmiseración, una autocrítica, por supuesto que tiene que ver con esto de alimentar la armonía del matrimonio a toda costa.Apunta a rever situaciones, a reflexionar…Sí, seguro, apunta a pensar ‘ah bueno esta mujer ha luchado mucho, intentó -porque no se puede decir que no lo intentó- levantar su pareja, su matrimonio, su marido…’.¿Qué la atrapó de esta pieza que la llevó a seguir eligiéndola para compartir con la gente?Soy actriz y puedo sentir que estoy haciendo la obra por primera vez en cada función, eso a mí me renueva y me enriquece muchísimo, no me importa que hace doce años que lo estoy haciendo, valoro muchísimo, recibo tanto amor de la gente que a mí me enriquece mucho. Más allá de las estadísticas, más allá de los números, es el amor del pueblo, es el público en que a mí me sostiene.Peretz contó también que está recorriendo el país con esta obra y que en octubre realizará funciones en Chile y en Paraguay. Para concluir la amena charla, y con gran satisfacción Linda expresó: “Amo mi profesión, esa cosa de ser actriz y de interpretar distintos personajes, es lo único que sé hacer, a mí me encanta, por lo cual también me enriquece mucho. Es fantástico ser actriz, es lo que más me gusta hacer en la vida. Dialogo un poco con el público y esto me encanta”.





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