POSADAS. Contradiciendo al subsecretario de Atención Primaria y Salud Ambiental, Jorge Deschutter, que hace una semana admitió ante la comisión de presupuesto de la Cámara de Diputados que aún falta mucho en materia de atención primaria, prevención y asistencia de la salud en las aldeas aborígenes, el responsable de la dirección de Programas Comunitarios de Atención Primaria de la Salud (APS), Ángel Reyes, aseveró ayer a PRIMERA EDICIÓN que “Misiones cuenta con un médico por cada comunidad mbya” a la que concurre al menos una vez a la semana.En esa oportunidad, al ser consultado por los diputados acerca de la incidencia de la tuberculosis entre los guaraníes, Deschutter había explicado que una de las problemáticas que dificulta el seguimiento del tratamiento de los pacientes enfermos es su constante migración hacia otras comunidades de la provincia e incluso de Paraguay. El subsecretario admitió además que el Programa Provincial de Tuberculosis atiende en el Hospital Escuela de Agudos “Doctor Ramón Madariaga” en Posadas, pues no cuenta con recursos humanos y técnicos para llegar en terreno a las aldeas mbya. Panorama preocupanteLa salud de los guaraníes volvió a ser analizada en la Legislatura el miércoles, cuando el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta, ofreció un panorama preocupante. Señaló que “se está detectando una alta incidencia en sífilis, mayor que la tuberculosis” y destacó “el alto impacto negativo en el feto que nace con sífilis congénita”. Incluso se refirió a un caso de una niña de cinco años que había sido abusada por un adolescente de la comunidad y había contraído esta enfermedad venérea. Soria Vieta indicó que actualmente en las 104 aldeas mbya “hay dos ejes de trabajo, uno con la dirección de salud aborigen -dijo en referencia a la Dirección de Programas Comunitarios de APS- que encabeza Reyes, y otro, con la Subsecretaría de APS, con Deschutter”.En cuanto a la tuberculosis, Soria Vieta señaló que “es una problemática de la salud de los mbya” y que “Deschutter tiene detectado a cada uno de los guaraníes que está en tratamiento. No es que desconozcamos lo que está pasando, pero eso no le quita complejidad. Es un problema, porque ese aborigen tuberculoso que no se trata correctamente contagia a todos”. No obstante, Reyes pareciera vivir en otro país. A pesar de la insistencia de PRIMERA EDICIÓN por conocer en mayor detalle la incidencia de estas enfermedades en las comunidades, Reyes indicó que por encontrarse en una aldea de Jardín América al momento en que estaba siendo entrevistado, no contaba con las cifras oficiales de la Dirección de Epidemiología y señaló que las enfermedades más recurrentes y consultadas son “fiebre, tos y catarro”. Por otro lado, apuntó que “estos dos puntos que cita el doctor (por la sífilis y la tuberculosis) son dos puntos aparte de todas las patologías que nosotros conocemos pero son patologías controlables las dos, se controlan, se atiende a los pacientes”. A continuación reconoció que “lo que por ahí nos cuesta un poquito es la adherencia -la continuidad del tratamiento farmacológico- pero simplemente porque los pacientes viven un poco lejos, las comunidades están bastante alejadas”. No obstante, en otro pasaje de la entrevista Reyes volvió a referirse a la adherencia de los mbya con tuberculosis al tratamiento -que dura seis meses y solo si se realiza en forma controlada y sostenida garantiza que el paciente deje de contagiar por vía oral a otras personas. Al respecto, comentó que “la adherencia es algo que nosotros atacamos puntualmente con todo el equipo médico que tenemos”, el cual, según sus propias palabras “va una vez por semana con un móvil, un promotor, un agente sanitario y lo que tenga que ver con vacunas, remedios y leche”. Según su versión, el Ministerio de Salud Pública “se abocó a poner un médico por aldea”. Esto significaría que actualmente hay alrededor de 104 médicos trabajando -uno en cada aldea-, lo cual dista mucho de la realidad vivida en las comunidades.





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