OBERÁ. Para los jueces no hubo dudas de que Juan Carlos Sosa causó el incendio de la casa y por ende, la muerte de Arnaldo Suárez, con el que horas antes compartió una dilatada ronda de tragos en un bar de la localidad de Colonia Guaraní. En el debate se pudo probar que había ingresado a la vivienda con fines de robo y que decidió quemarla sabiendo que el propietario dormía profundamente, bajos los efectos de la excesiva ingesta de bebidas alcohólicas.Por estas razones, el Tribunal Penal 1 de Oberá condenó al imputado a la pena de trece años de prisión en un debate oral y público que comenzó y culminó ayer, poco antes del mediodía.La fiscal de cámara Estela Salguero de Alarcón había pedido quince años mientras que la defensora oficial, Teresa Gómez de Roth, cinco.La audiencia fue presidida por la magistrada Lilia Avendaño, secundada por sus pares Francisco Aguirre y José Pablo Rivero.Un adolescente, menor de edad pero imputable, fue absuelto en la misma jornada al comprobarse que no tuvo participación en el robo ni en el incendio de la propiedad que desembocó en la muerte de Suárez.El episodio criminal se produjo el 15 de enero de 2011 pero la víctima dejó de existir dos días después en el sector de cuidados intensivos del hospital Ramón Madariaga.Según la reconstrucción del hecho, Suárez había sufrido un accidente en la rotonda de acceso a la localidad de Leandro N. Alem.Al parecer, fue atropellado por un remis cuando circulaba en bicicleta. Ambos llegaron a un acuerdo de palabra y el trabajador del volante le abonó 500 pesos en concepto de daños.Suárez regresó a Colonia Guaraní y en lugar de reparar la bicicleta, se trasladó a un bar de esa comuna donde se reunió con un grupo de personas, a las que pagó varias rondas de tragos haciendo ostentación de dinero.En determinado momento, Suárez se retiró del lugar en aparente estado de ebriedad. No se sabe si fue solo o lo llevaron hasta su casa.Lo cierto, de acuerdo a lo que trascendió en el debate, fue que Sosa comenzó a pensar en la idea de robar a su compañero de copas.Aprovechando el estado de embriaguez de Suárez, sabiendo que este dormía profundamente y que sería difícil que despertara, ingresó en su vivienda tras romper el vidrio de una ventana.Así se apoderó de una bicicleta, una TV de 10’’ y una batería. Pero antes de escapar no tuvo mejor idea que quemar un paquete de fideos con un encendedor.Luego se retiró y la construcción ardió en llamas. Suárez fue rescatado a duras penas y luego derivado al hospital central de Posadas, donde pereció dos días después debido a las gravísimas secuelas del incendio.





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