POSADAS. Al mejor estilo Buenos Aires, pero en pleno centro de Posadas, una jubilada de 85 años sufrió un violento atraco por parte de un delincuente armado que la sorprendió en su departamento y la maniató a la cama para posteriormente huir con el dinero de su jubilación.El hecho sucedió poco después del mediodía de ayer en un edificio de 3 de Febrero y Sarmiento de la capital provincial, de donde el malandra escapó con aproximadamente 2.500 pesos en efectivo.Al cierre de esta edición, efectivos de la comisaría seccional Primera, de la Unidad Regional I y de la Dirección de Investigaciones seguían trabajando en el caso para dar con el autor del hecho.Bajo la luz del solFuentes cercanas a la investigación del caso le informaron a PRIMERA EDICIÓN que todo sucedió alrededor de las 13.57 de ayer en el departamento 57 del edificio “3 de Febrero”, ubicado en la calle homónima al 1.500.En ese lugar vive sola una jubilada del Pami de 85 años, quien aparentemente regresaba de realizar compras en una farmacia cercana y se preparaba para almorzar.Sin embargo, nunca llegó a preparar la comida. Cuando ingresó al inmueble, la mujer se topó con un delincuente armado con un cuchillo que ocultaba su rostro detrás de un cuello tipo polar de color blanco.Inmediatamente el forajido redujo a la mujer y la llevó a una de las habitaciones, donde ató sus manos a la cabecera de la cama con un cordón y, además, la habría amordazado para evitar los gritos.El ladrón tenía todo listo para “dar vueltas” el departamento en busca de elementos de valor. No obstante, vio su objetivo retrasado ya que cuando salía de la habitación literalmente “chocó” con una vecina y amiga de la jubilada, de 68 años. Rápido de reflejos, el malhechor también redujo a la amiga y la ató junto a la dueña de casa.Por fin sin más obstáculos, comenzó a recorrer el departamento hasta que en un aparador de la sala encontró lo que buscaba: unos 2.500 pesos en efectivo que la mujer habría cobrado hace pocos días y que corresponderían a la jubilación.Con el botín en sus manos, el maleante ganó la calle y huyó de la escena. En la cuadra un grupo de vecinos aseguró que escapó en dirección a la calle 25 de Mayo.Minutos después, la más joven de las mujeres logró liberarse de sus ataduras y desató también a la anciana. Todavía shockeada, regresó a su casa -a pocos metros- y le contó lo sucedido a su hijo, que dio aviso a la Policía.Al lugar arribaron varias patrullas de la fuerza provincial y el subcomisario Fabián Rivero, jefe de turno, quien coordinó el operativo de búsqueda durante los primeros minutos.Si bien hasta anoche no había novedades del delincuente, los investigadores sostienen varias hipótesis. Una de ellas señalaría a un hombre que realizó trabajos en el edificio en los últimos días.





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