POSADAS. Jorge Luis Borges cumple 113 años, y el Centro del Conocimiento conmemora el aniversario con una Conferencia Magistral dictada por Alejandro Vaccaro, que además de ser el Presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, también es su principal biógrafo y uno de los mayores coleccionistas de su obra como de sus objetos personales. La cita es en el SUM, mañana a las 17.30. De Borges se ha leído mucho y hablado todavía mucho más. La obra del más grandioso escritor argentino de todos los tiempos, y de uno de los más sublimes autores de la lengua castellana del siglo XX, es tan vasta y eximia que abunda y redunda el material, tanto acerca de su obra como de su vida, tanto pública como privada. Pero Alejandro Vaccaro no es un “especialista” o biógrafo más.La avidez de Vaccaro por el universo borgiano va mucho más allá del buceador inquieto que se interesa casi más por la vida que por la obra de un determinado personaje. “Primero soy biógrafo, después coleccionista”, asegura el autor de Borges. Vida y literatura (Edhasa, 2006), considerada la biografía definitiva del autor de Historia universal de la infamia.La pasión de Vaccaro por Borges lo lleva a recorrer su vidaEntre el mundo de objetos que hacen referencia a Borges, Vaccaro cuenta con siete mil recortes de diarios y revistas que mencionan al escritor, más de dos mil libros –todos de primera edición– de temas relacionados con él, discos en los que se recitan sus poemas, cartas, invitaciones a conferencias, recibos de pago de clases y charlas; todo debidamente digitalizado y clasificado, y resguardado del paso del tiempo y la humedad; incluyendo, además, certificados de vacunación contra la viruela, un folleto turístico de la empresa Varig en el que Borges se prodiga en elogios al paisaje argentino con tono de agente de viajes, la colección completa de revistas en las que el escritor colaboró, como Proa, Sur, Ultra, y hasta un billete de lotería –el 10061– al que jura que Borges le jugaba.Tal es la pasión que Vaccaro le profesa a Borges, que no repara en gastos para conseguir alguna pieza más de este fabuloso rompecabezas llamado Jorge Luis Borges. Un ejemplo de ello es que, para conocer a la hija de Concepción Guerrero (una novia antigua del escritor), Vaccaro tomó un avión, voló a Londres, alquiló un auto y viajó a Gales. Allí la mujer le contó detalles importantes de la relación de su madre con el escritor que se transformaron en algunas líneas del libro Georgie 1899-1930 – Una vida de Jorge Luis Borges (Proa/ Alberto Casares, 1996).Alejandro Vaccaro es una de las llaves para introducirse en el laberinto de Jorge Luis Borges y no sólo no perderse en el intento, sino disfrutarlo.





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