Posadas. Los devotos de San Roque desafiaron ayer a la lluvia y participaron de las celebraciones realizadas en la parroquia ubicada en el barrio Los Aguacates. Vecinos de la zona y de barrios alejados dijeron presente con sus mascotas para la bendición que ya es una tradición. Los ladridos y hasta gruñidos apenas hacían posible conversar, pero sus dueños contaban anécdotas, preguntaban por los nombres y las edades de los protagonistas de la jornada. En el tinglado del Instituto Juan Manuel Estrada, al lado de la parroquia, a las 12 el párroco Francisco Salazar realizó la bendición. Todos se arrimaban para ser alcanzados por el agua bendita. Los devotos, en su mayoría, se acercaron para agradecer y también pedir por una larga y buena vida para los perros. “Ojalá que nunca les falte agua y comida a ningún animal”, manifestó Ana María, quien se acercó con Candela en brazos. La venta de los tradicionales panes también se llevó a cabo, hubo procesión y un festival como cierre de la fiesta patronal. Vende rosarios para su medicaciónGladis Ocampo (56) ayer estuvo, como en todas las fiestas patronales, en San Roque ofreciendo su mesa de rosarios y estampas. Ella hace años lucha contra el cáncer, ahora de pulmón, y en silla de ruedas con una mochila de oxígeno entregaba un Rosario a cambio de una colaboración que le permita reunir el dinero para la medicación, que como es alternativa no pudo lograr que el Estado cubra los gastos, más de 800 pesos mensuales.





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