POSADAS. Ni siquiera los lamentables accidentes fatales que se registran todos los fines de semana pueden con la “cultura alcohólica” que parece primar incluso sobre la vida. Los números así lo demuestran: ocho de cada diez conductores manejan alcoholizados en Misiones durante los fines de semana.La escalofriante cifra pertenece a la Dirección General de Seguridad Vial y Turismo de la Policía de Misiones y marca a las claras el grado de irresponsabilidad de los misioneros a la hora de tomar el volante y salir a la calle.En diálogo exclusivo con PRIMERA EDICIÓN, el responsable del área, comisario general Oscar David Espíndola, agregó que de cada cuatro víctimas fatales registradas en hechos viales, dos resultan con alcohol en sangre.Las estadísticas revelan una problemática presente en casi todas las localidades de la provincia y confirman que la ingesta de alcohol a la hora de conducir es la primera causa de muertes por accidentes de tránsito.Números que duelen“De diez conductores que se detienen en los controles, ocho dan positivo”. La frase lo dice todo y pertenece a Espíndola, con mucho trabajo desde que asumió la Dirección de Seguridad Vial de la Policía, en junio.El número roza lo escandaloso y hace referencia a los controles que el área realiza principalmente durante los fines de semana. “Los datos resultan de operativos que llevamos a cabo los viernes, sábados y domingos, con los alcoholímetros que tenemos distribuidos en toda la provincia, tanto de la Policía como de cada una de las municipalidades”, aclara Espíndola, y agrega: “Si llegamos a hacer estos controles de manera permanente en esos días, podemos estar hablando de casi un 90% de la ciudadanía que conduce con alcohol en sangre”.La cifra desnuda una situación crítica a la hora de hablar sobre responsabilidad en la conducción y se complementa con otro número, igual o quizás más impactante que el anterior. “Cada cuatro fallecidos, en dos se halla alcohol en sangre, es decir que estaban en estado de ebriedad o tenían más de lo permitido por la ley. Esta estadística es puramente real, porque es exigencia que se lleve a cabo ese tipo de exámenes a los cuerpos”, explica el comisario general. De esto se desprende que prácticamente la mitad de los accidentes fatales se produce porque alguno de los involucrados estaba bajo los efectos del alcohol.La “cultura alcohólica”El problema que reside detrás de la cuestión tiene que ver con la “cultura alcohólica” que se vive con fuerza en toda la provincia, pero principalmente en algunas localidades del interior.“En nuestro trabajo cotidiano vemos y analizamos que la ciudadanía tiene la costumbre de tomar bebidas alcohólicas y después agarrar el volante de la moto o del vehículo que fuera como si nada. Y, como lo vemos siempre, las consecuencias son fatales”, afirma Espíndola.La situación sucede en las ciudades más grandes de la provincia, aunque allí es más fácil controlar a los infractores. En el interior, en cambio, se torna más difícil recorrer cada paraje o camino. Todo trasciende recién cuando se confirma el número de muertos que dejó un accidente.La dura realidad se hace palpable en cada uno de los controles que la Policía o los municipios realizan, donde “se nota un incremento en la cantidad de multas que se labran, en los vehículos que se retienen. Hasta hemos tenido que demorar a conductores de colectivos urbanos y de media distancia que estaban alcoholizados”, cuenta Espíndola, quien asegura que los operativos de prevención se han quintuplicado con respecto al año pasado y agrega números: 15.904 actas de infracción labradas en lo que va de 2012 en toda la provincia, con 2.227 vehículos retenidos por este y otros tipos de infracción.¿Cómo combatir el problema y salvar vidas? No es difícil, pero requiere de la voluntad de todos. “Realmente nos duele cada vez que hay un muerto, cada vez que escuchamos que un misionero resulta víctima en un accidente de tránsito. Lo que está faltando es educación, cultura y respeto. Personalmente, creo que todo esto se puede cambiar, pero las víctimas van a empezar a disminuir únicamente cuando entre todos comencemos a respetar la vida y a nosotros mismos en el uso de la vía pública”, finaliza Espíndola, consciente de las responsabilidades que todos los actores sociales debemos asumir para frenar una verdadera “masacre”. “Tolerancia cero”en Paraguay y BrasilPOSADAS. La legislación argentina permite conducir un vehículo con 0,50 gr/l de alcohol en sangre, algo que ya es historia en países vecinos como Paraguay o Brasil, donde en los últimos años finalmente se aprobó el régimen de “tolerancia cero” frente al volante.El caso paradigmático sucedió en el gigante sudamericano, donde hasta el 18 de junio de 2008 la tasa de alcohol en sangre permitida para los conductores era de 0,60 gr/l de alcohol en sangre. Desde el día siguiente y tras ser aprobado por los legisladores, se puso en marcha la “tolerancia cero”.La ley fue promovida por el ex presidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva, se mantiene vigente desde entonces y castiga a conductores con cualquier tipo de grado de alcohol en sangre, al tiempo que endureció los castigos por manejar en estado de ebriedad.En ese sentido, las multas por conducir alcoholizado subieron a más de 1.000 reales y se transformaron en una “sanción gravísima” desde el punto de vista jurídico.Además, la ley brasilera de “Tolerancia Cero” estableció la obligatoriedad de someterse a los tests de alcoholemia bajo pena de multa, pero eso no es todo, ya que también prohibió la venta de bebidas alcohólicas en establecimientos situados a un costado de las carreteras nacionales.La “Tolerancia Cero” también está vigente en Paraguay y en otros países del mundo como Croacia, Rumania, Eslovaquia, República Checa y Hungría, donde los números confirman un decrecimiento en los accidentes fatales.En Chile y Uruguay, en cambio, la legislación permite una tolerancia máxima de 0,30 gr/l de alcohol en sangre, mientras que en Argentina es similar a la de países como Costa Rica, Canadá, Perú, España, Suiza, Portugal, Dinamarca, Alemania y Francia.En cambio, en Reino Unido, México y Estados Unidos el grado máximo de alcohol en sangre antes de que se transforme en una falta es de 0,80 gr/l. La necesidad de reflexionar antes de tomar el volanteSon los propios familiares de víctimas de accidentes fatales los que generalmente llevan a cabo ac
ciones para concientizar a la población sobre el peligro de beber antes de conducir.De regreso a Brasil, por ejemplo, una de las campañas gráficas que causó revuelo fue la organizada hace algunos años por “Tránsito Amigo”, una organización fundada con ese objetivo.La imagen es elocuente y parece ser la única manera de invocar a la reflexión a la sociedad. “Este puede ser tu próximo vehículo si bebes y conduces”, reza la premisa escrita sobre un camión “mosquito” con sillas de rueda.Ese tipo de mensajes, crudos y reales, parecen ser la única manera de generar conciencia.





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