POSADAS (Por Esteban Abad). “Caprichosa (CaprichoSA) es el título que elegí para denominar al primer álbum de canciones que compuse en los recientes años de mi vida”, anunciaba Sabina Belén Alcalde para explicar esa palabra que nominaba al recital que comenzaba a ofrecer en el Paseo Cultural La Terminal el sábado por la noche, acompañada por un cuarteto integrado con la guitarra de Luis Camacho, acordeón y piano de Paula Figueredo, batería y percusión a cargo de Rodrigo Sosa y el bajo con Neco Swiderski (responsable también de la sonorización del espectáculo que tuvo como conductor a Roberto Acosta). El grupo estuvo a la altura de las circunstancias, es decir, de la innegable calidad interpretativa de Sabina Belén, quien se mostraba al público de su ciudad en su condición de autora y compositora de páginas con letras con mucho contenido poético y músicas de grata recepción para el oído, incluso el de aquellos que no se sintonizan en esa onda melódica. Apasionada por su trabajo y su arte Los posadeños que de alguna manera habrán seguido la trayectoria de esta chica de 21 años, no sólo en los festivales y peñas locales sino por sus incursiones en los programas de televisión de Buenos Aires, como “Soñando con cantar” o “Talentos Argentinos”, no deben haberse sorprendido al encontrarse no con la niña que entonaba canciones folklóricas y temas del acervo misionero con actuaciones propias de una muchacha de más edad, sino con una fascinante mujer, joven, vivaz, apasionada por su trabajo y transformada en una cantautora de calidad. “¡De cabeza a la final!”La ausencia de la sorpresa es porque el camino de la música de la manera que lo transita Sabina no puede llevar nunca a otro destino que no sea el éxito; ella lo ha caminado -camina- con perseverancia, no exenta de seguridad, con alegría, celebrando triunfos y sin desalentarse por algunos traspiés y el sábado dio muestra de que va “de cabeza a la final”, es decir, sus metas están bien definidas y cada vez más cerca de su concreción total. No se habrán sorprendido pero sí habrán pasado más de una hora muy agradable, que se inició con la presencia de un trío de voces e instrumental y que en la primera canción tuvo la ilustración bailada por un alumna de Nerina Benítez (Danzas árabes); por momentos viendo a una Sabina Belén “show women”, que sale del escenario, se acompaña con su guitarra, transita la platea, que pone el rostro, manos, ojos, cabello, todo de ella al servicio de las canciones. Es que ella las ha escrito y compuesto y además, el sábado por la noche, las interpretó, es decir: las vivió. Hubo pedidos de bises, muchos aplausos, faltó un breve intervalo en mitad del show, una salida del escenario de la protagonista, sólo en aras de fortalecer la magia de su presencia y, de paso, escuchar al cuarteto en alguna página solista. Luego, al regresar, la artista principal de la noche escucharía antes de terminar su show la aclamación de su público.De aquella presentación quedaron recuerdos entrañables, tales como el carisma, sencillez y felicidad que mostraba en su rostro. De aquella noche donde un país la vio cantar se recuerda a la joven Sabina Belén feliz, cuando volvió a lucirse en el escenario y regresó a sus raíces musicales: decidió interpretar un tango. Desde muy pequeña esta jovencita cantó en distintos escenarios y muchos en la provincia la conocen por su voz tanguera. Actualmente consagrada como cantante de folklore en el Festival de Baradero, siente que su carrera comenzó a tomar un curso distinto y con ánimos continuaba preparando su trabajo discográfico, que ya vio la luz.





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