POSADAS. El proyecto de desarrollo de la prótesis valvular cardíaca, del físico Carlos Schvezov, el cardiocirujano Osvaldo Amerio y un equipo de 45 especialistas, fue seleccionado en el primer puesto entre los tres ganadores de Incubando Salud, la primera incubadora de emprendimientos del ámbito de la Salud, organizado por la Fundación Barceló. Este miércoles tuvo lugar el primer “Health Contest”, donde fueron elegidos los tres proyectos ganadores de la convocatoria Incubando Salud 2011. El primer puesto fue para “Clover”, una innovadora prótesis valvular cardíaca mecánica fabricada en material hemocompatible. El segundo lugar fue para “Wom Surgical”, que desarrolló un instrumental quirúrgico ambulatorio y mini invasivo. Finalmente, en la tercera posición quedó “Chitosafe”, un tratamiento textil para mitigar la incidencia de las infecciones intra hospitalarias.Según confirmaron desde la Fundación Barceló, en esta primera convocatoria de Incubando Salud, recibieron 107 proyectos orientados a brindar soluciones a diferentes necesidades sanitarias y “luego de una rigurosa evaluación, diez equipos fueron elegidos para realizar el proceso de pre-incubación a través del cual recibieron asistencia técnica para transformar sus ideas en planes de negocios”.El Healt Contest marcó el final de esta etapa y fue un encuentro marcado por la expectativa que había por conocer a los ganadores que fueron elegidos por un Comité Evaluador, integrado por destacadas personalidades del mundo empresarial, de la salud, de la ciencia y la educación.Durante casi tres horas, los equipos presentaron sus proyectos ante el auditorio y contestaron las preguntas del jurado. El director ejecutivo de Incubando Salud, Axel Barceló, comentó que “estamos muy satisfechos con los resultados del Health Contest, todas las presentaciones fueron muy sólidas y son una muestra del trabajo realizado y del potencial que tiene el sector de la salud para generar emprendimientos innovadores. Todo esto nos llena de expectativas para la segunda convocatoria que lanzaremos en septiembre”. En la siguiente etapa, se vincularán a los emprendedores con potenciales fuentes de financiamiento. Hace tiempo que se viene trabajando y se ha logrado reunir a un importante grupo de inversores a los que denominamos Health Angels. En poco tiempo más, nuestros emprendedores tendrán la oportunidad de contactarlos y presentarles sus propuestas.Clover, la trivalvaEn diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el físico Carlos Schvezov (presidente del Cedit) contó que “la idea de la trivalva fue del médico cardiocirujano Osvaldo Amerio, no fue el único en tener esta idea pero sí en perseguir este objetivo desde hace años. Esta válvula es mucho más parecida en el diseño a la válvula nativa del corazón, con tres valvas. Tiene una apertura muy buena por lo que la caída de presión y flujo sanguíneo es más laminar, produce menos problemas en el flujo sanguíneo”. Según recordó Schvezov, “el grupo de investigación comenzó a trabajar en la trivalva en 1998, modelizando primeramente. Esto nos sirvió para comprar una computadora y un soft, y formar dos alumnos, uno de ellos es hoy investigador del Conicet. A partir de ahí, cuando terminó la modelización, recién comienzó la etapa de ingeniería, tecnología y de ciencia de materiales… había que definir qué materiales se usarían para construir la trivalva. Por supuesto, ninguno de esos materiales los tenemos en Argentina, tampoco los procesos, por lo que tratamos de buscar materiales más apropiados y que sirvan… al final escogimos materiales mejores de los que se utilizan hoy en válvulas: el cuerpo es una alineación de titanio (titanio 5: titanio, aluminio y vanadio) y un recubrimiento de dióxido de titanio. El desarrollo de estos materiales llevan a la necesidad de investigar… en la válvula, sólo con el tema de su recubrimiento (nanotecnología) -siempre pongo como ejemplo este parámetro- se terminaron una tesis de maestría y dos tesis de doctorado. Y hay para más, hemos desarrollado técnicas de ensayo y caracterización; y el dispositivo para medir el desgaste de la superficie y recubrimiento de la válvula que no había a nivel mundial y ahora otro dispositivo para medir el sistema de desgaste que utiliza otra técnica, que es el rayado”.Después pasaron a otro proceso, el de maquinado. “El entonces gobernador Carlos Rovira nos ayudó mucho y compramos una máquina que salió 30 mil dólares que hoy está en el Ceditec, que es un centro de maquinado único en la región. Con eso hemos capacitado y dado cursos para las técnicas pero no pudimos construir mecánicamente la trivalva. Es que tiene partes mecánicamente muy complejas y necesitamos una máquina aún más complicada. Incluso, la última vez que estuve en Michigan (Estados Unidos), llevé los planos y el técnico de la universidad estatal de Michigan dijo que no se animaba. Una empresa de Vancouver se ofreció pero no podemos hacer frente al costo que implica mandar a hacer… unos 15 mil dólares. Por eso, esperamos los inversores de Incubando Salud”, se esperanzó antes de saber que optendrían el primer puesto.





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