POSADAS. Llegó el día tan esperado por los devotos y se pudo concretar la visita de la imagen de Nuestra Señora de Luján, advocación Madre de la Humanidad (que llora sangre), a la capital provincial, más precisamente en el domicilio de la familia Martínez, próximo a Villa Cabello, que recibió a numerosas personas que exhibieron su fe.El patio de la casa ubicada en López y Planes y Vivanco se transformó en un improvisado santuario muy prolijamente arreglado para la gran ocasión. “Esperamos bastante pero al fin llegó el día que nos visita la virgen, es ella la que decide cuando quiere venir y que haya elegido mi casa es una bendición. Ya estuvo en Posadas en otras oportunidades pero es la primera vez que la recibimos después de haber estado el jueves en Encarnación”, dijo emocionada doña Irma Rojas, la anfitriona junto a su esposo, don Ramón Eulogio.Un grupo de servidores acompaña a la virgen a los distintos puntos del país, y uno de ellos Nicolás De Giacomo, explicó que “es un momento muy especial porque ella viene al encuentro de sus hijos, es por eso que hay que acercarse a rezar, agradecerle y pedirle, porque la virgen se manifiesta para eso, para decirnos que Dios existe, que siempre está al lado nuestro y por ello peregrina por toda la argentina”.Sobre el mediodía se incrementó el número de peregrinos que llegó hasta el lugar a rezar y luego por la tarde el rezo del Rosario concentró la mayor cantidad de fieles.





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