CIUDAD DE MÉXICO, México (Prensa Latina). Pese a que el gobierno de Felipe Calderón pondera la lucha antinarco, México está inmerso en una ola de violencia sin precedentes que puede cobrar en un día hasta 21 vidas, como ocurrió en San Luis Potosí.El jueves fueron descubiertos en una camioneta los restos de catorce personas, presuntamente de Coahuila, según informaron las autoridades estaduales.Durante la propia jornada se desplegó una fuerte movilización policíaca en el Tecnológico de Monterrey en ese estado debido a una balacera que al final se saldó con siete supuestos delincuentes muertos, de acuerdo con el reporte nocturno del informativo ForoTV.En un comunicado, la Secretaría de la Defensa Nacional confirmó que personal militar repelió una agresión armada en la colonia Lomas Segunda Sección, de San Luis Potosí.Después de la refriega los soldados decomisaron trece armas largas, una pistola, dos lanzagranadas, 112 cargadores, cuatro granadas calibre 40, cinco granadas de mano, dos vehículos y equipo táctico.Pero es que similar panorama se extiende por el resto del país y tal parecen noticias calcadas cuando se leen los periódicos.Sólo el miércoles último el crimen organizado ejecutó a 35 personas, además de las víctimas en San Luis Potosí, se registraron hechos violentos en los estados de Nuevo León, Chihuahua, Guerrero, Zacatecas e Hidalgo.Debido a la violencia, organizaciones no gubernamentales afirman que la seguridad en México sigue siendo crítica. El Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) informó que la cifra de homicidios totales creció 0,25%, mientras que la de extorsiones se disparó un 20,41% entre el último tercio de 2011 y el primero de 2012. Los datos fueron recabados tomando como base las denuncias presentadas por ciudadanos en las distintas entidades federativas de la nación. El estudio reveló que de enero a abril pasado hubo en México 549 mil 27 denuncias por delitos comunes, de las cuales un 25,74% correspondieron a los denominados de alto impacto como los ya referidos.Ricardo Sepúlveda, director general del ONC, consideró que es urgente generar políticas públicas que detengan estos alarmantes índices.Recientemente, fue encontrado el cadáver de un empresario de Nuevo León cuya familia había pagado tres veces por su rescate.A propósito de este hecho Sandra Pámanes, dirigente estatal del oficialista Partido Acción Nacional reconoció que la inseguridad no ha cesado.“No queremos que Nuevo León se convierta en un estado donde la industria del secuestro se mantenga y no podamos combatirla de manera frontal por la ineficiencia e incapacidad de las autoridades locales”, expresó.Hay quienes opinan que la inseguridad no puede ser resuelta con campañas mediáticas, sino con acciones que vayan al fondo del problema, mientras los delincuentes siguen actuando en las calles, dijo.Esta lucha en contra del crimen organizado no se ha dado, no ha llegado hasta el punto donde la sociedad pueda sentirse tranquila, opinó Panamés.





Discussion about this post