POSADAS. El padre de la menor de 15 años que asegura haber sido secuestrada y abusada por al menos dos hombres, en complicidad con una mujer, exigió el esclarecimiento del caso y le pidió a potenciales testigos que pudieron haber visto algo, que se acerquen y colaboren con la investigación.Como este medio publicó en su edición del último lunes, la menor -que padece de retraso madurativo- asegura haber sido secuestrada por dos hombres, quienes la llevaron en una motocicleta y abusaron de ella en la noche del sábado en la zona del barrio A-4.La adolescente habría deambulado durante toda la noche hasta que fue encontrada por sus propios familiares cerca de Urquiza y San Martín, a casi 7 kilómetros de donde desapareció.“Queremos justicia. Hoy le pasó a ella, pero mañana puede ser otra. Esto no puede quedar así”, comentó el padre de la menor, cuyos datos se reservan por cuestiones obvias a PRIMERA EDICIÓN.Según su relato, la menor regresaba de la parada de colectivos junto a su hermana mayor, de 17, hacia la casa de la familia, en el barrio A-4 “La Nueva Esperanza.“La traía la hermana mayor, pero ella no quiso pasar por la zona oscura de la plaza con ella y pedía por mí”, relató el hombre. “Entonces, la hermana me vino a buscar y ella se quedó solita. Cuando volvimos, ya no la encontramos más”, revivió, con los ojos a punto de estallar.Eso sucedió alrededor de las 20 del último sábado frente a la plaza principal del barrio. El padre cuenta entonces que, según le relató su hija, “dos tipos en una moto roja la agarraron y la llevaron a un lugar oscuro, detrás de la escuela. La escondieron y le tapaban la boca. Ahí la golpearon y la rasguñaron por todos lados, se ve que en un pastizal. Entonces, uno le agarró de los brazos y el otro le sacó la ropa y le empezó a dar besos”.La menor asegura que se trató de dos jóvenes, pero que en el lugar también había una muchacha. Todos esos datos fueron aportados a cuenta gotas por la niña, que padece retraso madurativo y que lentamente se recupera del estado de shock.“Una vez que le hicieron todo eso la llevaron en esa moto para allá, pero como ella no conoce, ni sabía dónde estaba”, agregó el hombre, en relación a que la víctima fue transportada hacia la zona norte de Posadas.Mientras todo ese calvario sucedía, en A-4 unos 70 vecinos se movilizaron en auxilio de la familia. Rastrillaron el complejo habitacional pero no encontraron rastros de la menor.“Fuimos a la Decimoprimera y nos dijeron que cuando tenían algo nos iban a avisar, pero no pasó nada”, agregó el papá de la nena, quien aseguró que esa noche nadie durmió debido a la preocupación.Ya de mañana, cuando la esperanza comenzaba a transformarse en miedo, el destino quiso que la madre de la pequeña finalmente pudiera hallarla.“Ella salió con un vecino que amablemente cedió su camioneta. Fue hasta el Baliña, pero no la encontró. Después agarraron por Jauretche hasta Urquiza, y de ahí por San Martín. Frente al Regimiento la vieron caminando. Estaba descalza, toda rota, ya no podía más. Estuvo toda la noche caminando. Fue una casualidad como la encontramos, porque si no, quién sabe lo que le podía haber pasado”, detalló.Cuando finalmente hallaron a la pequeña, el domingo a las 10, los padres pensaron que la pesadilla había terminado. Sin embargo, como pudo, la menor les contó lo que le habían hecho. Entonces comenzó la lucha de su familia para que se haga justicia.“Creemos que ella conoce a los que le hicieron esto. Por ahí es gente del barrio o de la zona. Por eso pedimos la colaboración de cualquiera que haya visto algo, que se acerque y nos cuente, que nos va a ayudar”, clamó el padre de la adolescente, que ayer acudió a la Justicia junto a su hija y contó, entre otras cosas, que “ella todavía no cuenta muchas cosas porque tiene miedo y se pone muy nerviosa cuando recuerda todo lo que le pasó”.





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