POSADAS. Aunque se enfrentaban contra dos entidades de gran poder político y económico, como lo son la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (Emsa), los vecinos del barrio Mariano Moreno jamás bajaron los brazos. Personas sencillas como cualquiera, pero con una convicción de resistencia hasta las últimas consecuencias -para evitar que ambas entidades instalaran en inmediaciones de la chacra 157 dos plantas transformadoras de energía y una estación elevadora de líquidos cloacales- tras varios meses de angustiosas movilizaciones, ahora recibieron extraoficialmente la noticia de que las estaciones serán relocalizadas. “En una entrevista, el presidente de Emsa, Sergio Ferreyra, sostuvo que la usina que se iba a construir en la calle Máximo Paz, por “problemas sociales con los vecinos no se iba a instalar la planta, sino que se reforzaría la usina que se encuentra en el Hospital Madariaga, y así la población no tendría problemas de abastecimiento de la corriente eléctrica”, relató la vecina Estela Chávez, una docente jubilada que supo encabezar junto a otros la lucha contra las obras. Coincidió con estos términos, el presidente de la comisión barrial. Hugo Machado, quien manifestó a PRIMERA EDICIÓN que hace dos semanas presentó un pedido de audiencia con el titular de Emsa para que “nos dé una respuesta concreta respecto de un anuncio que escuchamos por televisión”, explicó en referencia a lo aludido por su vecina. Por lo que saben en el barrio -y eso es lo que esperan que se anuncie formalmente- es que ningunas de las tres estaciones que se pretendían construir serán ejecutadas en la zona.“Por ahora está suspendida la obra, con lo cual la sensación es que logramos que presten oído a nuestro reclamo. Esto empezó como una lucha de vecinos que nos autoconvocamos y aunque era una lucha aparentemente imposible, pararon la obra”, describió Alfredo Cabañas, también del lugar. “Sería buenísimo saber que nuestros pedidos fueron escuchados. Ojalá Dios quiera porque nosotros seguimos pensando que esas plantas no tienen que estar acá, sino que deben estar más alejadas de la población porque son dañinas, y eso es lo que queremos: no que no las coloquen, sino que las alejen”, insistió Machado a la vez que graficó “la chiquita no la queremos ( la que se planteaba instalar sobre la calle Máximo Paz) y las otras dos que las alejen, porque espacio hay ”. Sigue el estado de alerta y movilizaciónLa semana pasada, el espacio verde por el que tanto luchan los vecinos fue escenario de un festival por el Día del Niño, pero simbólicamente también sirvió para mostrar la firmeza en la postura contra la usina. La celebración dio oportunidad de volver a colocar los carteles para decir “No” a las plantas transformadoras con las consignas en sus contra por ser “contaminantes y dañinas para la salud”.“Hasta que no nos den una respuesta formal, vamos a seguir insistiendo. Nuestras carpetas en el poder legislativo siguen, lo mismo la lucha que se trazó a nivel nacional y nosotros no vamos a bajar los brazos”, aseguró.





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