OBERÁ (Corresponsalía). Un hecho, que en principio se encuadra dentro de lo que está previsto en el articulo 146 del Código Penal Argentino como sustracción de menores, ocurrió en la madrugada de ayer en el barrio Caballeriza de esta ciudad y mantuvo en vilo a la comunidad: un niño de tres años fue llevado por el ex concubino de su madre, porque la joven no quería seguir con la relación de pareja.Lo que fue catalogado como un secuestro por parte de la Policía y los familiares del niño ocurrió a la 1.30 y partir de allí se generó una intensa búsqueda que involucró a unos cincuenta efectivos de la Unidad Regional II de Policía, con asiento en Oberá. Después de estar diez horas lejos de su madre y sin que se supieran datos de su paradero, el niño fue hallado, a las 10.30, en una plantación de té en el barrio Aeroclub, donde se cree que fue abandonado por quien era su padrastro, según fuentes de la investigación. El llanto desesperado llamó la atención de una mujer que pasaba por el lugar. Ella tomó en sus brazos al nene, lo llevó a su casa y llamó a la Policía.De acuerdo a lo que informó la Policía, afortunadamente el niño fue hallado en perfecto estado de salud. La fuerza de seguridad provincial implementó un rastrillaje que incluyó unidades especiales y distintas comisarías de la zona para dar con Luis Alberto, de 23 años, quien raptó al menor. Minutos después del hallazgo el chico fue trasladado a la Unidad Regional II, donde se reencontró con su madre, de 22 años. La progenitora estalló en llanto al ver a su hijo sano y salvo y se fundió en un emocionante abrazo con el pequeño.“Impulsivo y agresivo”De acuerdo a los testimonios, fue Luis quien se llevó al menor de la casa, ubicada en la calle Portugal 1.100 del barrio Caballeriza de esta ciudad. “Cuando volví del baño, él estaba adentro con el chico en brazos, me pidió para hablar y yo le dije que primero me devolviera a mi hijo y salió corriendo, no pude hacer nada. Hacía un mes que habíamos terminado la relación”, relató Valeria Batista, madre del niño.De su lado, Rosa, abuela del menor, quebrada en llanto, dijo: “Mi hija salió al baño y cuando entró él tenía al bebé en los brazos y salió por la otra puerta y ya no lo vimos más. Hacía un mes que no estaba con mi hija porque él quería que ella lo acompañe en la tarefa pero por el riesgo en su embarazo decidió quedarse conmigo. El nene estaba descalzo, sin abrigo, no llevó la mamadera”, testimonió la abuela. La mujer describió al ex concubino de su hija como un hombre “muy impulsivo, se enojaba o alteraba por cualquier cosa y quería golpear a mi hija, es agresivo”, contó. ReencuentroCerca del mediodía, en el despacho del jefe de la Unidad Regional II -con asiento en esta ciudad-, comisario mayor Emilio Galarza, se produjo el reencuentro de la madre con su hijo. “Me siento muy feliz y contenta ahora que estoy con él, está sucio pero no importa. Me dijo que la Policía lo trajo, que Luis lo dejó en el monte, me duele que lo haya dejado solo”, fueron las primeras palabras que pronunció la madre que pasó horas de terror luego de que se llevaran al nene de tres años. El niño fue encontrado por Rosa Rivas, la mujer lo recogió, lo llevó a su casa y dio aviso rápidamente a la Policía. “Yo lo encontré, venía de la casa de mi tío y vi al nene llorando, pensé que estaba la madre por ahí pero busqué y no la encontré. Entonces lo cargué en brazos y lo llevé a la casa de mi mamá, desde donde llamé a la Policía”, relató.La solidaria mujer describió que “el chico estaba sentado cerca de la plantación de té, llorando y pidiendo por su mamá, me dio mucha pena”.En tanto, el comisario mayor Emilio Galarza consignó que “el menor fue recuperado sano y salvo, a las 10.30 Rosa Rivas observó al menor solo y llorando”, corroboró. Respecto al joven que sustrajo y luego abandono al menor, el uniformado indicó que “se rodeó la zona donde encontraron al niño y se hacen patrullajes para lograr detener al hombre”. Qué dice el Código PenalEl hecho está tipificado en el articulo 146 del Código Penal Argentino, en el mismo está previsto que será reprimido con prisión o reclusión de cinco a quince años, el que sustrajere a un menor de diez años del poder de sus padres, tutor o persona encargada y el que lo retuviera u ocultare.





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