ALEPO, Siria (AFP). El presidente sirio Bashar Al Assad apareció el martes por primera vez en la televisión desde finales de julio recibiendo a un emisario de su aliado iraní mientras en Alepo, una ciudad clave en el conflicto que enfrenta al régimen y a los rebeldes, continúan los enfrentamientos.“La solución a la crisis en Siria tiene que venir desde el interior de este país, a través del diálogo nacional, y no por la intervención de fuerzas extranjeras”, dijo Said Jalili, un emisario del Guía Supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, citado por el corresponsal en Damasco de la cadena iraní Al Alam.“El pueblo iraní es hostil a cualquier plan apoyado por los sionistas o Estados Unidos”, dijo Jalili, que llegó el martes a Damasco desde Beirut. Irán acusa a Estados Unidos, Arabia Saudita, Catar y Turquía de ayudar a los rebeldes en su lucha contra el régimen de Assad, mientras que a su vez los insurgentes y Estados Unidos acusan a Irán de apoyar militarmente a Siria. Las imágenes mostraron a Assad hablando con Jalili y la delegación iraní, en la primera aparición del presidente sirio en televisión desde el 22 de julio, el día del juramento del cargo del nuevo ministro de Defensa.En Alepo, el ejército continúa su ofensiva aérea un día después de otra jornada sangrienta en Siria que dejó 265 muertos el lunes, uno de los balances más importantes desde que empezó la revuelta en marzo de 2011, indicó la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Rehenes iraníes“Irán utilizará todos los medios para conseguir la liberación inmediata de los peregrinos inocentes secuestrados”, dijo Jalili, en referencia a los cuarenta iraníes secuestrados el sábado en la provincia de Damasco. Teherán afirma que los rehenes son peregrinos, pero la “Brigada Al Baraa”, que reivindicó el secuestro, asegura que pertenecen a los Guardianes de la Revolución, el ejército de elite del régimen islámico. Según el grupo, tres iraníes murieron en un bombardeo de las fuerzas de régimen.El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Alí Akbar Salehi, tiene previsto viajar a Turquía el martes para hablar de los rehenes. “En la medida en que el Ejército Sirio Libre (ESL, rebelión) que pretende haber secuestrado peregrinos, recibe el apoyo de Turquía, la visita del ministro quiere recordar al Gobierno turco su responsabilidad en este caso”, explicó el ministerio.Teherán afirma que Washington es responsable de la vida de los peregrinos por el “flagrante apoyo de Estados Unidos a los grupos terroristas”.También en el frente diplomático, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, afirmó el martes desde Sudáfrica que el mundo debe decidir la forma de acelerar el fin del conflicto. “Debemos pensar en la forma de acelerar el fin del derramamiento de sangre y el comienzo de la transición política”, dijo tras reunirse con su homóloga sudafricana, Maite Nkoana-Mashabane.También el martes el ministerio bahreiní de Relaciones Exteriores indicó que no apoyó ni tenía conocimiento oficial de una misión de ayuda a los rebeldes en Siria organizada por varias personalidades salafistas de Bahréin. Combates en AlepoMientras tanto seguían los enfrentamientos en Alepo entre los rebeldes y el ejército, que bombardea el este de la ciudad, indicó el OSDH, una ONG con sede en Reino Unido que recoge sus datos de una red de militantes y de testigos.El Ejército Sirio Libre (ESL) atacó un edificio donde había entre 300 y 400 hombres del ejército regular, de las fuerzas de seguridad y milicianos favorables al régimen, pero tuvo que reiterarse por la intervención de los helicópteros, explicó el OSDH. Según el jefe del ESL, Rami Abdel Rahman, los helicópteros y la artillería bombardean intensamente los barrios rebeldes de Salahedin (oeste), Sukari (suroeste), Sajur y Chaar (ambos en el este de la ciudad) en lo que podría ser el preludio a “una ofensiva terrestre”.El ejército finalizó el domingo el envío de importantes refuerzos a Alepo, escenario de enfrentamientos desde el 20 de julio, y está ahora listo para librar la batalla “decisiva”, según una fuente de seguridad del régimen. Al menos 20.000 militares han sido desplegados en este frente, donde los rebeldes contabilizan entre 6.000 y 8.000 hombres, según el diario al Watan, cercano al poder.Los rebeldes aseguran controlar la mitad de Alepo y afirman que, pese a los bombardeos, los soldados no logran avanzar por tierra.Ante la escalada de la violencia, Riad Hijab, un sunita nombrado primer ministro hace dos meses por el presidente Assad, de confesión alauita, huyó el lunes con su familia a Jordania y denunció los “crímenes de guerra y de genocidio” cometidos por el régimen, según su portavoz, Mohamed Otri.El ministro sirio de Información, Omran al Zohbi, minimizó el impacto de esta deserción y la televisión oficial afirmó que Hijab, que fue un fiel del régimen, había sido destituido de sus funciones y que Omar Ghalawanji, viceprimer ministro, había sido designado para “despachar los asuntos corrientes”.





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