ELDORADO. Ha pocos días de haberse conocido la historia de María Ester Martínez, “Blanquita”, como la llaman sus allegados, una mujer que figuraba como fallecida e inhabilitada para realizar todo tipo de trámites, surge el caso de Beatriz Blufen, también de Eldorado. Esta historia es un poco más compleja, Beatriz contó a PRIMERA EDICIÓN que todo comenzó “en el año 2003, cuando me convocaron para un trabajo en la localidad de Wanda. Era para juez de Paz suplente, para lo que necesitaba una declaración jurada de la AFIP, por lo que tuve que venir hasta Eldorado a solicitar esa documentación. Acá me dicen que no me podían otorgar esa documentación porque yo ya estaba inscripta en la AFIP, como socia gerente de una empresa. La empresa figuraba con el nombre de Indú SRL”. Con una supuesta dirección en la localidad de El Alcázar.Beatriz tuvo que esperar quince días para recurrir a los medios judiciales, entonces realizó una denuncia en la Fiscalía de Eldorado, donde comienza una investigación de la que surge documentación a nombre de Beatriz. Al realizar las pruebas caligráficas se comprueba que las firmas no coinciden. “Esa fue la primera vez que tuve problemas con mi identidad”, explicó la mujer. En marzo de este año tuvo un accidente callejero, se cayó esperando el colectivo, fracturándose una mano, por lo que recurre a hacerse unos estudios en el hospital de Puerto Esperanza, “llegué y me dijeron que no me podían realizar las placas porque el número de la obra social que aparecía en la base de datos no era mi obra social, pero sí era mi número de DNI, otra vez. Coincidía el primero de los nombres, pero no el segundo ni el apellido, exactamente el mismo número de documento, pero con otra obra social”. Por sugerencia de la administración acudió a la Anses, donde le informan que debe realizar una denuncia en el Juzgado de Instrucción de Iguazú. “Me fui hasta Iguazú, donde me dijeron que debía hacerlo en Eldorado. Acá me dicen que debería ir a la Fiscalía Federal de nuevo, donde había hecho la primera denuncia, acá me toman la denuncia y me dicen que van a investigar en la AFIP nuevamente y en la Anses, en el hospital y en otros lugares donde podía estar involucrada mi identidad”.Esta situación trajo muchos problemas a Beatriz, porque no puede comprar nada a su nombre, ya que figura en el Veraz, “no puedo tampoco poner cosas a mi nombre, tuve muchos daños y perjuicios porque la o las personas que hicieron esto no sé quiénes son”. Cuenta además que en la empresa donde ella figuraba como socia gerente, cuando fue a realizar la pericia caligráfica, se encontró con su “socio” que había sido citado y que también se enteró ahí de lo que estaba ocurriendo, “era un señor de Puerto Rico, no recuerdo su nombre”.Continúa, “al principio tenía miedo de todo, porque nadie me daba respuesta y me agarró depresión. Tenía miedo porque tengo dos hijos y tengo problemas de salud, por eso salí de mi trabajo estatal y yo me pregunto si cuando voy a ir a cobrar, cobraré yo o la otra persona, porque estoy haciendo mi retiro del Concejo y al haber dos números de documentos iguales… espero que no sea así, porque son tantos años que vengo sufriendo está situación, que yo pensé que se había solucionado, pero ahora surge de nuevo”. En 2007 Beatriz logra solucionar el problema y salir de la situación en la cual figuraba como socia de la empresa, pero en marzo de este año nuevamente se encuentra, esta vez en la localidad de Puerto Esperanza, que alguien está usurpando su identidad.El caso de Beatriz está en manos de la Fiscalía Federal en donde le manifestaron que iban a estudiar su caso y que por el momento no había necesidad de contratar a un abogado.Para finalizar, la mujer manifestó: “Tengo tanto que pedir a la Justicia… uno dice: será justicia en todo lo que uno firma, pero no se hace justicia, lo que pido es que hagan algo por las personas como nosotros, que queremos recuperar nuestra identidad, que lleguen a los responsables, yo digo que un fantasma no firma papeles y en mi caso hay un responsable…”.





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