PUERTO IGUAZÚ. Las pruebas de ADN colectadas en la escena del crimen de la estudiante Liani Itatí Piñeiro (18) serán cotejadas con muestras genéticas del sospechoso que se suicidó el domingo. Tal como se adelantó, dichas evidencias fueron remitidas en las últimas horas al laboratorio del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial, en la capital provincial, donde los expertos científicos podrán echar luz sobre el resonante caso. Además de estas pruebas, que resultan fundamentales en la causa, serán analizados por peritos de la Policía de Misiones una gran cantidad de teléfonos celulares, prendas de vestir y otros elementos incautados durante los allanamientos en la localidad de Puerto Esperanza, que se vio sacudida por el atroz homicidio. Se estima que los resultados provenientes de los laboratorios estarían en manos del magistrado Juan Pablo Fernández Rissi -a cargo del Juzgado de Instrucción 3 de Iguazú- en unos treinta días. No obstante, desde el lunes el juez tiene previsto citar a los testigos más relevantes en el marco de la investigación. Entre ellos uno de los primeros testimonios a escuchar será el de la novia de quien era el único detenido por el aberrante homicidio. La muchacha había asegurado en un primer momento que el día en que mataron a Liani había pasado la noche con él y hasta durmió en su casa. Sin embargo, al percibir que el círculo se cerraba contra su novio, la joven se quebró y confesó todo. La chica declaró entonces que la primera versión que había dado era una mentira y que lo había hecho coaccionada por el sospechoso. De esta manera la coartada del acusado se derrumbó. Lamentablemente el sospechoso jamás podrá declarar, ya que se quitó la vida en un calabozo de Puerto Iguazú el domingo por la mañana. Liani fue violada y degollada entre la noche del 11 de julio y la madrugada del día siguiente, en Puerto Esperanza.




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