POSADAS. Los gremios docentes que forman la llamada Intersindical (UDA, UDPM, Sadop, Sidepp y Amet) pidieron al gobernador Maurice Closs que firme el nuevo decreto de valoración docente para que entre en vigencia antes del anunciado llamado a concurso de antecedentes, que no se realiza desde 1993. El texto de este decreto es el resultado de un trabajo de cuatro años de una comisión ad hoc creada por la Junta de Clasificación y Disciplina, con participación de técnicos del Ministerio de Educación, del Consejo General de Educación, los institutos de Formación Docente, el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, la Universidad Nacional de Misiones, del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (ISARM), además de UDPM, UDNAM y UDA. Entre los cambios más significativos previstos en este proyecto de decreto está la limitación anual de la cantidad de puntaje que se puede acumular por capacitación docente (sólo 1,20). Acreditación anual Si Closs firma el decreto con el texto original, los docentes misioneros podrán hacer todos los cursos que deseen pero ya no podrán acreditar más de 1,20 punto por año en concepto de cursos de capacitación, formación y actualización. De esta manera, se frenaría la poco transparente carrera de puntajes que determina la valoración como educadores donde salen airosos los docentes que más posibilidades tienen de pagar por los cursos, algunos de ellos -con categoría de postítulos o diplomaturas- aprobados pese a ofrecer mucho menos horas cátedras de las exigidas por ley. Además, en este régimen de valoración se pondrá en valor el trabajo del educador frente al alumno, pues se amplió la valoración por horas frente al alumno. También se equipararon las acciones pedagógicas: deportivas, actividades estético expresiva y científicas. Realizar actividades sindicales también otorgará puntaje. “Se valoraba cualquier cosa”Durante 24 años Misiones tuvo el mismo régimen de valoración docente que, entre otras cuestiones, otorgaba mayor puntaje a algunos cursos de capacitación que a una licenciatura. En 2004, el entonces gobernador Carlos Rovira presentó el primer día de mayo un nuevo régimen de valoración cuyo fin era “estimular y premiar a los que se capacitan”. Dos años después, en medio de una carrera desenfrenada por la acumulación de puntaje a través de cursos pagos e insuficientemente controlados, la Junta de Clasificación y Disciplina admitió serias falencias de ese régimen de valoración docente. “Se valoraba cualquier cosa y detrás de eso había grandes negociados”, reconoció a PRIMERA EDICIÓN la secretaria general de UDA, Mirta Chemes, y elogió que en el nuevo régimen se valorarán los cursos en función del área específica del docente, “si soy contable y me especializo en este área seré mejor valorada; porque no tiene sentido que me den puntaje por un curso de auxilio o por participar de un campamento”. La dirigente pidió también a Closs que el Poder Ejecutivo disponga de un mayor control de las plantas funcionales de los colegios de gestión privada. “A fin de cuentas es el Estado el que paga los haberes de estos docentes, pero nadie supervisa ni monitorea lo que pasa en ese sector… donde muchos ingresan a la docencia sin título docente y son titularizados”, indicó.




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