Garupá. Los terrenos de la zona productiva de Santa Clara en Garupá quedaron en una ubicación “privilegiada” a partir de la traza del acceso sur. Para quienes tenían huerta, la obra resultó un perjuicio, ya que la mayoría tuvo que abandonar la actividad, sin embargo, hay quienes siguen buscando el beneficio económico a partir de la venta de mejoras.Las idas y vueltas por la ocupación de terrenos y la obtención del “permiso de ocupación” municipal son muchas, pero quienes reclaman y se quejan del “manejo” son vecinos que aseguran que residen en la zona hace más de diez años, que lamentan perder metros de tierra ante la presencia de gente que “consiguió” el permiso porque tiene cómo pagar “el papel” tan anhelado por muchos. Sandra Bonifacio habita en la manzana 69 hace diez años, en el lugar también viven sus padres. La mujer, que se dedica a la cría de cerdos en otro terreno, manifestó que el sábado perdió la mitad de la tierra. Un policía, junto a otros dos uniformados, llegó en un patrullero y exhibió un permiso de ocupación firmado por Herminia Melgarejo, subsecretaria de Tierras de la Municipalidad, y procedió a instalarse en el lugar.“Ellos (por los policías) echaron todo mi alambrado, colocaron uno nuevo y aseguran es ahora de ellos ese terreno de diez por treinta”, señaló Bonifacio indignada, quien manifestó que en numerosas oportunidades gestionó el “permiso de ocupación” y no lo consiguió, a pesar de que hace una década su familia vive en el barrio. Bonifacio sufrió la apertura de calles, ya que las máquinas se llevaron la producción de verduras que tenía con su padre y comercializaban en la feria franca de Villa Cabello. “Se puede ver que los pobres quedamos relegados, mientras que de a poco se ven nuevas construcciones de gente que realmente no necesita porque tiene buenos ingresos económicos”, indicó la mujer. “Ven el objetivo económico”Por su parte, el intendente de Garupá, Luis Ripoll, señaló que la apertura de calles se debe hacer en el marco de las obras del Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba) y que la “lucha” es constante con gente que “aprovecha un fin de semana para instalarse, porque después vende la mejora, ven el objetivo económico del lugar”. “Con los vecinos estamos en constante conversación, la apertura de calles se tiene que hacer, algunos entienden, otros no, y están los avivados de siempre”, indicó el jefe comunal.De acuerdo con Ripoll, los permisos de ocupación se otorgan a quienes son reubicados, que tuvieron que abandonar su casa en otro lado por las obras de Promeba y confirmó que realmente “en Santa Clara hay muchos policías que ya vivían allí”. En la zona todavía quedan terrenos municipales por mensurar, dijo Ripoll y precisó que los predios son de diez por treinta metros. “Acá llega gente de todos lados, de otras localidades, en busca de un lugar porque dicen que en Garupá se regalan terrenos, pero esto no es así”. Por otra parte, el intendente agregó que están esperando alguna definición con respecto al programa de las Madres de Plaza de Mayo, mediante el cual se iban a construir 150 viviendas en la zona. “Nos quieren engañar”Sin embargo, Bonifacio insistió que “a nosotros nos quieren engañar, porque no entregan los permisos a quienes realmente necesitan”, ya que su vecina hace muchos años también espera por un pedazo de tierra dónde construir su casa.Amalia Orrego, junto a sus tres hijos, alquila en Santa Clara, más cerca de la ruta 12. La mujer hace 17 años vive en el barrio -aseguró- y dijo que también comenzó a hacer los trámites para obtener el permiso para ocupar un lugar. “Pero acá pueden ver que los que vienen tienen dinero, ya que comenzaron unas súper construcciones”, dijo señalando una obra iniciada frente a su casa, “mientras que las personas que verdaderamente necesitan siguen esperando”. Quedaron pocas huertasLuis Alberto Vargas es el presidente de la Cooperativa Agropecuaria Limitada Santa Clara, que en su momento agrupó a 31 productores que se dedicaban a las plantaciones de huerta en la zona. Actualmente, aseguró Vargas, quedan cinco productores en actividad. Por los demás está realizando un planteo para que sean indemnizados por la Entidad Binacional Yacyretá, por la pérdida de la producción; mientras que el tema de tierras deben gestionarlo ante la Municipalidad. Hubo un pequeño grupo de productores que recibió una compensación, mientras que los demás siguen en el barrio aguardando un reconocimiento, ya que no pueden seguir plantando debido a la apertura de calles y la falta de tierras. También comentó que sigue realizando gestiones para resolver el suministro de agua, ya que la perforación tiene algunos problemas. Actualmente la Comuna abastece al barrio tres veces por semana.





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