POSADAS. El nuevo valor de la tarifa del servicio de taxis en la capital provincial, aprobada y puesta en vigencia desde la publicación en el Boletín Oficial del Ejecutivo Municipal, generó opiniones encontradas entre los trabajadores del volante y los propietarios, aunque la mayoría coincidió en que el aumento era necesario, pero que sin dudas provocará una merma de pasajeros en las primeras semanas.Algunos de los taxistas, con parada fija en el centro capitalino, opinaron acerca del aumento y cómo repercutirá el mismo en su clientela. “Comenzamos el jueves (semana pasada) a las 10 con el nuevo precio, que pasó de 5 pesos la bajada de bandera a 6,50, y de a poco la gente se va enterando, algunos se quejan, otros no tanto. Pero sí es real que tenemos muchas expectativas por saber cómo impactará, porque todo aumento siempre genera inicialmente un rechazo, después es como que se va acomodando”, señaló Hugo Correa a PRIMERA EDICIÓN. Correa desempeña su tarea en turno y medio, durante el día y hasta las 22, y anticipa que para quienes alquilan el auto, como en su caso, “este aumento también influirá en el costo que pagamos y eso se sabrá casi con seguridad dentro de quince o veinte días, cuando los dueños vean cómo se va recaudando y ahí nos subirán a nosotros”. La mayoría de los dueños que alquilan un auto está cobrando 130 pesos por turno y el turno y medio 170 pesos. “Según mis cálculos, en mi caso pasarán a cobrarme 190 o 200 pesos, que es el monto que está circulando que van a aumentarnos”, dijo Correa.También circula con insistencia el pedido de algunos propietarios de taxis de llevar la bajada de bandera al valor del litro de la nafta súper, es decir, a 7 pesos. Correa, al respecto dijo: “Si llegara a aumentarse a ese precio sería demasiado, porque es mucho para el bolsillo de la gente. Además, según mis propios registros, llevo detallados todos los viajes que hago por día, en lo que va de 2012 bajó mucho el uso del taxi y eso lo sentimos porque tenemos que pagar igual el alquiler del auto. En la temporada de vacaciones, en lo particular, no me beneficia para nada porque trabajo bastante con las escuelas, con alumnos, entonces disminuye entre un 30 a 40%”.Se siente la recesiónPara uno de los más experimentados trabajadores del volante, que prefiere mantener el bajo perfil pero que es palabra autorizada por sus propios colegas que comparten la parada, “este aumento es mucho por la recesión que estamos viviendo. Acá en el centro nosotros trabajábamos bien siempre hasta el 20 de cada mes, ahora desde el 12 de julio más o menos que hubo un parate muy significativo y encima se le agrega esto”. Sin embargo, los años le permiten a este taxista saber cómo actúa la gente ante estas subas, “siempre, los primeros días se siente el impacto, merma el consumo, hasta que la gente se termina acostumbrando, recorta algunos pesitos de otras cosas y utiliza el taxi, incluso hay quienes hasta acortan el viaje y caminan el resto, pero igual sigue empleando el servicio”.Ya con el aumento consumado, hay quienes consideran que el precio debió establecerse en 6 pesos la bajada de bandera y 45 centavos la ficha, “que sería así una tarifa razonable”.Vivir exclusivamente de la ganancia que genera el taxi todavía es posible, según comentan y también llama la atención la frase: “El 70% de los viajes es suerte, porque si estamos acá cuatro autos, se ocupa el primero y hace una tarifa de 10 pesos, yo que vengo después, me toca un viaje a Garupá por 60 pesos, eso es cuestión de suerte, porque no se puede elegir el pasajero, sino que viene solito a la parada a ocupar el auto. Ojo, a la suerte hay que acompañarla, estar en el momento oportuno, no se puede decir que no se va a trabajar porque el día no se presta, hay que ser constante, con un horario determinado y cumplir”.“Todavía se puede vivir”Leandro Nauschvetz, otro taxista que desde hace cinco años se dedica exclusivamente a este trabajo, opinó que “de acá a una semana recién podremos evaluar como resulta este incremento, pero la gente paga lo que marca el reloj, lo que no quiere es que le roben, que se suba a un taxi y no pongan en funcionamiento el reloj y le facturen cualquier monto”.También dijo que “la gente no puede pagar más de lo que ya se estableció ahora, pero sabemos que está difícil la calle. A nosotros nos cuesta mucho dinero comprar una cubierta nueva, por ejemplo, pero también nos tenemos que poner en el lugar de la gente, en su bolsillo. Mantenemos la clientela, eso es lo bueno, porque estamos en esta parada desde hace muchos años años, pero ahora con las modificaciones de la calle paseo vamos a ver adonde nos mandan”.Nauschvetz, coincidió en que los viajes largos son cada vez más escasos. “Todavía se puede vivir del taxi, pero hay que estar más horas. Si antes alcanzaba para vivir bien con diez horas, ahora hay que estar arriba entre doce y trece horas”.





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