COLORADO, Estados Unidos (Diarios Digitales). La masacre de Denver podría haber sido mucho peor. El viernes, durante el estreno de la última película de Batman en la localidad de Aurora, un joven de 24 años irrumpió en la sala armado hasta los dientes y disparó a mansalva. Murieron doce personas y más de cincuenta resultaron heridas. Pero la historia podría haber sido peor. En medio de la oscuridad del cine, los espectadores estaban completamente indefensos. Muchos no saben aún por qué se salvaron. Ahora, los investigadores tienen una pista: el fusil semiautomático que James Holmes usó se atascó, lo que lo obligó a utilizar otro arma con menos poder letal.Según informó la prensa local, el arma inutilizada por Holmes en el cine Century de Aurora, en el Estado de Colorado (EEUU) tenía un cargador de municiones de alta capacidad, que permitía efectuar entre cincuenta y sesenta disparos por minuto. Pero el arma se trabó y los planes del joven se truncaron.El viernes este joven provocó una de las peores masacres indiscriminadas que recuerde Estados Unidos, que obligó al presidente Barack Obama a decretar seis días de duelo y a viajar a la zona para reunirse con los familiares de las víctimas y heridos.Holmes fue detenido por la Policía y se encuentra en una celda aislada. Hoy comparecerá ante la Justicia. Está acusado de matar a 12 personas y herir a otras 58 durante el estreno de “The Dark Knight Rises”, última película de la saga Batman. Entre las víctimas figura una niña de seis años.A pesar de lo que hizo, Holmes no muestra remordimiento alguno y tiene un comportamiento desequilibrado en la celda de aislamiento en la que se encuentra, escribió el diario Daily News. Las redes sociales y el reflejo de la masacre “Nunca pensé que tendría que presionar a un tío para acompañarme a la sesión nocturna de El Caballero oscuro: La leyenda renace”. Es uno de los últimos mensajes escritos en Twitter por Jessica Ghawi, una de las víctimas del tiroteo en una sala de cine en Aurora (Colorado) que se saldó con 12 fallecidos y 58 heridos. La joven, de 24 años, fue una de las primeras en ser identificada, según contó su propio hermano, Jordan, en su blog personal. Jordan consiguió contactar con el joven que lo acompañaba, que resultó herido pero sobrevivió.Ante la falta de confirmación de las identidades de las víctimas -la policía no retiró el último de los cuerpos hasta 17 horas después de la matanza- los supervivientes y aquellos que todavía trataban de localizar a sus familiares desaparecidos, volcaron testimonios e interrogantes en Internet.El hermano de Ghawi relató que Jessica intentó refugiarse en el suelo tras recibir un disparo en una pierna y que su acompañante, identificado como Brent y que también había recibido dos disparos, intentó contener la hemorragia. “Me contó que después miró a Jessica y parecía tener un impacto de bala en la cabeza”, escribió el joven. “Después dijo que Jessica que respiraba de manera agónica. Brent aprovechó lo que podía ser su única oportunidad para abandonar la línea de fuego y salió de la sala. Contactó inmediatamente a mi madre”.En Twitter aparecieron algunos de los últimos mensajes publicados por las propias víctimas, como el de Ghawi: “La película no empieza hasta dentro de veinte minutos”. Su hermano confirmaría en esta red social su fallecimiento cuando contactó con la Policía, mientras que el joven Adam Williams no estaba en la sala, pero esperaba noticias de algunos amigos que habían acudido al estreno. En Reddit, una comunidad basada en información, foros y comentarios, los usuarios compartían desde mensajes hasta una narración de la radio de la policía local.“Soy uno de los cincuenta heridos en el tiroteo del cine de Aurora. Aquí tienen algunas fotos de mi afortunado pero aún así terrorífico roce con la muerte. Mis pensamientos van con aquellos que no tuvieron tanta suerte como yo”, escribía el usuario themurderator. La víctima, que no reveló su identidad, compartió además varias imágenes. En una de ellas se ve una camiseta con un orificio, supuestamente por el impacto de una bala, y una mancha de sangre. En otra se observa a un joven en una camilla de hospital y lo que parece una herida de bala.Y en la calle, los familiares mostraban fotos de las posibles víctimas, buscando respuestas a lo inentendible, señaló El País.





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