OBERÁ. Un hombre se entregó y confesó ante la Policía haber ultimado de un disparo en la cabeza a un vecino, en un confuso episodio que hasta anoche era investigado por la fuerza provincial.El episodio se produjo alrededor de las 3 de ayer en una vivienda emplazada sobre la calle Paranaí Guazú del barrio Norte, en Oberá, aunque ayer los investigadores no tenían del todo claro qué fue lo que pasó.Es que todo se conoció recién a eso de las 9, cuando un mecánico de 47 años que reside en ese lugar arribó agitado a la comisaría seccional Primera y les dijo a los policías lo que había sucedido.Según la versión de este individuo, a esa hora descansaba plácidamente en su habitación cuando fue sorprendido por un vecino del barrio, identificado como Daniel Aníbal González De Olivera, un tarefero de 26 años con varios antecedentes por hechos delictivos.Al parecer, el joven ingresó a la pieza y trató de ahorcar al dueño de casa. Entonces, en medio de una acalorada lucha, el mecánico extrajo un pistolón calibre .38 de fabricación casera que aseguró tenía guardado bajo la almohada y le descerrajó un disparo.En la escena del crimen, el médico policial constató que De Olivera yacía sin vida sobre un charco de sangre, con un orificio de entrada de arma de fuego entre la nuca y el oído derecho.Pese a la versión que dio el denunciante, los investigadores que trabajaron en la escena consiguieron testimonios de vecinos del barrio, quienes aseguraron que víctima y victimario se encontraban compartiendo una ronda de tragos desde las 18 del último viernes.Ante esta cuestión, los detectives se mostraron anoche cautelosos a la hora de construir hipótesis, ya que el abanico de posibilidades va desde el desenlace de una pelea que se inició horas antes, un ajuste de cuentas, un intento de robo u otras tantas teorías.De una u otra manera, lo cierto es que la Justicia ordenó la inmediata detención del mecánico, quien se presentó en la comisaría a contar lo sucedido alrededor de las 9, es decir, unas seis horas después de que todo sucedió.Efectivos de la seccional Primera, de la Brigada de Investigaciones y de la División Criminalística de la Unidad Regional II trabajaban anoche para esclarecer los pormenores del hecho, que continuaba siendo poco claro hasta última hora de ayer.





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