ELDORADO. Hace 19 años se creó la Asociación de Padres de Discapacitados de esta ciudad (Apadel) y en ese momento el motivo que impulsó a un grupo de padres fue la necesidad de que sus hijos, con algún tipo de discapacidad, pudieran reinsertarse a la sociedad a través de las actividades. Luego de mucho trabajar se logró reunir a unos 200 socios, pero al día de hoy solamente alcanzan los cincuenta.Liliana Córdoba es revisora de cuentas de la Asociación, además muchos la denominan como la socia fundadora. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN comentó que “la inquietud nació con una amiga con la que íbamos casa por casa, donde sabíamos que había un discapacitado y explicábamos a los padres el motivo de la asociación. Así logramos hacer nuestra primera reunión”. Liliana reconoce que no es fácil la tarea de convencer a los padres para que participen en forma activa con sus hijos dentro de la asociación, “porque piensan que a sus hijos no les sirve de nada. Algunos dicen: para qué, si ellos no necesitan. Y piensan que los chicos con algún tipo de discapacidad, no necesitan tener amigos, ni reunirse con otros chicos, participar de eventos deportivos o culturales, por lo que prefieren ocultar a sus hijos como una manera de ocultar la situación”. La presidente es Berta Benítez, quien es mamá de un niño con capacidades diferentes. Además, es una de las que más trabaja junto con Liliana y el tesorero, Carlos Reble. Una realidad que lastimaLa realidad es que no sólo en las familias sucede que no se reinserte a un niño o niña discapacitada a la sociedad, sino que en “las distintas instituciones e incluso en las iglesias no se tiene en cuenta a estos niños, que son especiales y con su luz propia”. Desde Apadel destacan que la sociabilización es muy importante porque además de sus padres, también necesitan crear su propio círculo sus amigos y un trabajo.Es muy poca la gente que se involucra en las actividades de la asociación, solamente cuarenta socios activos aportan una módica e insignificante cuota de cinco pesos. Liliana Córdoba pidió a la sociedad que aportan su ayuda como sea, “queremos que sean parte de Apadel y les pedimos que concurran a las reuniones, también serán bienvenidas todas las ideas para llevar adelante este hermoso proyecto. Tienen que tener la mentalidad y formar parte de la asociación, no solamente es aportar dinero, sino ser parte del proyecto”, finalizó. Objetivo: terminar la sedeUno de los sueños es el del edificio propio, que ya está en marcha, pero todavía no se ha logrado terminar. Si bien recibieron un subsidio del gobierno provincial de 120 mil pesos aproximadamente, el que se utilizó para terminar una parte del edificio, que es el sector donde funcionará el ambicioso proyecto de panadería. En este lugar ya está instalada la conexión de agua, luz, los baños adecuados para discapacitados, los azulejos incluso se realizó la inspección por parte de bromatología. “Estamos muy agradecidos a la gente que nos instala la parte eléctrica, porque realmente nos han ayudado muchísimo”. La asociación ya cuenta con las máquinas para comenzar a funcionar en la parte de panadería (amasadora y sobadora), estaría faltando un horno que tiene un costo de alrededor de 20 mil pesos. “Proyectos hay muchos”, indicó Liliana y cerró: “todavía nos está faltando terminar la construcción”.





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