POSADAS. La inflación en algunos lugares del país es más fuerte que en otros. Influye en algunos casos la escasez y en otros el transporte de algunas mercaderías que deben atravesar muchos kilómetros para llegar a góndola y ofrecerse a los clientes. Ocurre con las manzanas que vienen del sur, con el pescado de mar, las ciruelas. Una media res de lechón, por ejemplo, en la casa de un productor de Cerro Azul o de Olegario V. Andrade puede resultar varios pesos más barato que en una carnicería de Posadas o de Puerto Iguazú.Lo extraño es el caso de Candelaria, a 30 kilómetros de Posadas, donde los materiales de construcción cuestan el doble o incluso el triple que en cualquier ferretería de la provincia. O al menos es el precio que consigue la Municipalidad para adquirir materiales y realizar una obra por casi 300 mil pesos.Una bolsa de cemento, que en cualquier ferretería o casa de materiales de construcción cuesta entre 49 y 55 pesos, la comuna presupuestó 98 pesos, sin quejarse.La oposición política sospecha que se trata de “precios inflados” para justificar maniobras turbias. La decisión fue aprobada por cuatro de los cinco concejales, tres que responden al intendente Carlos Flores y una radical aliada al oficialismo. El concejal Rodolfo Roetti, renovador pero opositor al Ejecutivo, fue el único en votar en contra.La ordenanza se aprobó días atrás y autoriza al Ejecutivo Municipal “a proceder a la puesta en marcha y/o ejecución de la obra de ampliación del edificio municipal y oficinas con depósito para la Dirección de Obras y Servicios Públicos, con recursos provenientes exclusivamente del Fondo Federal Solidario, por la suma total de $ 283.305,07”.Para ello debieron incorporar este monto, proveniente de un impuesto nacional que se distribuye a los municipios, al presupuesto anual que tenían previsto.El Concejo Deliberante, presidido por el tristemente célebre concejal pugilista Jorge Peñas, consideró para su aprobación el proyecto de ampliación del edificio municipal donde se presentaron los polémicos números de materiales de construcción.En los argumentos se lee que la intención es “subsanar la estructura edilicia municipal, la cual adolece de falta de espacio para el desarrollo normal de sus funciones”.Los números del escándaloEl proyecto contempla el presupuesto de gastos que elaboró el arquitecto y representante técnico de la comuna y que están firmados y sellados por el funcionario.Se describe que en la capa aisladora del trabajo será necesario una bolsa de cemento, que está presupuestada en 98 pesos; un metro de arena costaría al municipio 370 pesos y una bolsa de hidrófugo 77 pesos.En los muros se necesitarán 1.280 ladrillos cerámicos de 18x18x25, que le costarán a la comuna 8 pesos cada uno y 10.232 pesos en total. Otros seis mil ladrillos de medidas 12x18x15 saldrán 5,45 cada uno y $ 8.725 en total.Varias ferreterías y casas de construcción consultadas por la oposición informaron que el cemento portland cuesta entre 49 y 55 pesos; el cemento plasticor entre 35 y 40 pesos (cuando la Municipalidad presupuestó $ 61); los ladrillos cerámicos $4 en promedio los grandes y $3 los chicos. Y la arena como máximo tiene un precio de 230 pesos el metro cuadrado (presupuestado en $370).Igual ocurre con la piedra para el encadenado, presupuestada a $ 385 el metro cuadrado, averiguado por la oposición con un precio máximo de $ 260 en varias casas de construcción.La inflación también alcanza a los hierros para construcción, presupuestados por la Municipalidad de Candelaria a $ 17 la barra de 4,2 mm de diámetro y 12 metros de longitud; mientras que las casas comerciales lo venden a entre $ 8,5 y 11 pesos. Y las barras de 6 mm presupuestadas a $ 37,10 se consiguen en casi todos los locales a precios que van desde $ 20 a $ 26.El súper inflacionario presupuesto total de materiales de construcción presupuestado por la Municipalidad de Candelaria para las refacciones en la comuna arrojó un exorbitante monto de 139.873 pesos; que pudieron ser unos 80 mil en comercios más económicos.Además, otro dato extremadamente curioso del presupuesto, es que se describe en la última hoja, en el item “resumen de obra” un concepto de “mano de obra” por 143.431 pesos; dando un total exacto de 283.305,07 pesos; el mismo monto, ni un centavo más ni menos, que los fondos disponibles que tiene el municipio por las retenciones a la soja. Un cálculo exacto.Pero además, como en otras obras, llama la atención que no sean empleados municipales, pagados con sueldos de la Municipalidad, los que vayan a realizar estos trabajos sino que se calculen 143 mil pesos para “mano de obra”.Los vecinos anticiparon que estarán atentos a ver reluciente la obra en poco tiempo y esperan conocer la empresa constructora “privada” que se quedará con semejante ganancia producto de los precios aplicados. Mini hipódromo de la polémicaNo solo la inflación afecta con fuerza al municipio de Candelaria sino que la generosidad se apoderó del intendente Carlos Flores, ya que tuvo un gesto muy generoso con dos empresarios locales que no se observó que haya tenido con otro vecino candelariense. A través de una resolución, aprobada posteriormente por el Concejo Deliberante, Flores le cedió en comodato por cinco años, en forma gratuita, sin cobrarle ningún canon, un predio donde la Municipalidad construyó una pista para carreras de caballo.Lo curioso es que la propia comuna invirtió decenas de miles de pesos en emparejar el terreno, construir infraestructura, sanitarios, las gateras metálicas de donde parten los caballos, el cerco perimetral, y luego de hacer toda la inversión económica y de recursos humanos – ya que una docena de empleados municipales trabajó por varios meses en el lugar – decide cederlo generosamente.Más llamativo aún es que los dos beneficiados son frecuentes allegados al intendente y desde hace tiempo tienen una estrecha relación. Los vecinos dicen que los unió el amor por los caballos pura sangre, un rubro en el que Flores estaría incursionando en los últimos tiempos. “Ceder en comodato la calle de acceso al ex basural municipal, que limita al Norte con el Río Paraná, al Este con el predio del Servicio Penitenciario Federal, al Oeste con el campo del Ingeniero Beltrán, y al Sur con la ex Ruta Nacional N° 12, largo total de 420 metros, para ser utilizado como cancha cuadrera, por el término de 5 años a partir de la fecha, a la comisión presidida en forma conjunta por los señores Juan Alberto Brunner y Alfredo Francisco Aquino”, señala el primer artículo de la ordenanza 08/2012.





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