POSADAS. Cuando todo hacía suponer que Argentinos Juniors había dado un paso importante para su ascenso el círculo superior de la Liga Posadeña al vencer a Tigre de Santo Pipó por 4 a 2, el sábado pasado, en el choque de ida por la promoción, una protesta desvirtuó el claro que panorama que se presentaba, al menos para el Bicho.La supuesta mala inclusión del volante Gustavo Gall en Argentinos, motivo la nota de protesta de Tigre, que la hizo efectiva en la Liga Posadeña. Anoche el Tribunal de Penas trataba la misma. En caso de aceptarla deberá correrle vista al Bicho para que haga su descargo, por lo que el choque que se disputará hoy genera incertidumbre en los dos equipos, al menos hasta que se conozca la resolución final que se conocería a mediados de la semana próxima.La revancha se jugará esta tarde en la cancha del elenco pipoceño, ubicada en el paraje El Pueblito, desde las 15, con arbitraje de Cristian Cañete.En lo estrictamente futbolístico, en el primer juego quedó claro que Argentinos fue superior al Felino, pues tiene jugadores de buen manejo. La revancha será distinta, pues Tigre es un equipo con mucho oficio y sabe utilizar muy bien su localía.Además, por la situación de la protesta, nuevamente Argentinos deberá salir a buscar un triunfo para estar tranquilo en el caso que el tribunal fallara en su contra.La trama Al parecer el pase de Gall pertenece a Huracán, que en la ronda Apertura de la B se lo había cedido a Atlético Itatí, no se sabe bien si hasta el 30 de junio de este año o el 31 de diciembre de 2011. Luego el jugador arregla con Argentinos, este club pide el pase al Globo que se lo concede. Incluso, dicen, en una de las sesiones del Consejo Directivo se le da el concedido, por lo que se puede decir que Argentinos lo hace jugar de buena fe. Sin embargo, según se especula, el jugador no fue devuelto al Globo, un trámite administrativo que debe realizar el club que pidió el préstamo para que el dueño del pase se lo ceda a otro equipo. El error administrativo ¿a quién se le puede adjudicar?, ese el gran interrogante que lo deberá determinar el Tribunal de Penas.





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