POSADAS. Para Bernardo Neumann pintar es casi como respirar, puesto que todos los días, desde siempre, sube a su atelier (en el primer piso de su casa) y entre rojos y verdes y tantos colores más, sale a bucear en la infinitud del arte. Así este prolífico pintor misionero continuamente comparte sus creaciones en distintos espacios culturales de la provincia. Por estos días y hasta el 31 de julio Bernardo está presentando “Un poco de calor/ color en el invierno veinte doce”, exposición que se puede visitar en el Paseo 220 (avenida Roca y Andrade), de martes a viernes, de 8 a 12.30 y de 16 a 20, y sábados y domingos, de 16 a 20. También en el Parque Temático de la Cruz de Santa Ana, se pueden apreciar obras de considerables dimensiones de este artista que atesora más de cuarenta años con la pintura, y ya está preparando otra muestra que en los próximos días dará a conocer en el Museo Areco. En “Un poco de calor/ color en el invierno…” se pueden apreciar las nuevas técnicas que está aplicando el artista, al tiempo que en sus obras abstractas se lucen en todo su esplendor los rojos, naranjas, amarillos y verdes, colores favoritos del pintor. “Los rojos, amarillos, anaranjados son mis colores preferidos siempre y también representan a esta zona. Siempre estoy en la búsqueda de un cuadro, de un color, de una expresión que me represente y por otro lado a la zona de donde proviene”, dijo Bernardo Neumann en una amena charla con PRIMERA EDICIÓN y reveló que está experimentando trabajar con un aerógrafo “que no es otra cosa que un pincel de aire que le puede dar otros efectos, pero a su vez los retoco después con las pinceladas o agregando espatulazos de colores”.Reinventar un cuadroMientras recorría la muestra en el Paseo 220 acompañado de un grupo de personas y de este diario, el pintor contó que hay cuadros nuevos y otros a los que los “reinvento”. Al respecto, opinó que “un cuadro nunca está terminado, para mí un cuadro siempre evoluciona. Por ejemplo, estuve pintando un cuadro, lo expongo, lo traigo a casa y ese cuadro me sugiere otra cosa y lo vuelvo a tocar y esto se debe a que el estado de ánimo cambia, lo he pintado en un determinado momento y por ahí miro y me sugiere otra cosa totalmente diferente. Lo puedo volver a retocar y lo puedo volver a trabajar y concluir en ese sentido”, expresó Neumann a la vez que aclaró que “no quiero que se interprete eso como un fraude o algo así, sino que es el diálogo que hay entre el pintor y el cuadro. Siempre cuando uno está frente a un cuadro hay un diálogo, de la misma manera que el espectador se para frente a un cuadro y el cuadro le dice algo… o no, porque hay veces que uno mira un cuadro y no te dice nada y otras veces uno está frente a un cuadro y te hace ver muchas cosas. Eso es lo que me pasa a mí con el cuadro, por eso, a veces, lo reelaboro, lo trabajo, lo reinvento”, señaló. Con relación al nombre de la muestra: “Un poco de calor/ color en el invierno veinte doce”, Bernardo explicó que se debe a que “trabajo en muchos lugares con llamas, con fuego y dada esa calidez, esa iluminación que da el fuego, sin a veces ver el foco ígneo en sí, hay pantallas de luz pero no se ve de donde salen esas luces. Inclusive cuando al principio estaba trabajando con las misiones jesuíticas, había representado la fe a través de la luz, porque decía ‘la fe siempre te va marcando el camino’, te va iluminando algo y eso lo represento a través de la luz. Todo eso ensamblado, mezclado con la mitología y la leyenda de los guaraníes, a mí me está dando otra opción totalmente diferente, porque está una creencia por un lado, con la fe, la luz y estoy trayendo lo que decían los guaraníes, que cuando ellos se iban de esta tierra, no es que se morían y el alma partía, sino que se volvían para estar con sus seres queridos y decían que en noches de luna, cuando las hojas brillan por el rocío, eran los espíritus que volvían par estar con sus seres queridos. Así, fue que ensamblé la luz y esos personajes chiquitos que se pueden apreciar en mis cuadros”, indicó el pintor.Siempre tratando de innovar y en la búsqueda de nuevas técnicas, las obras de Neumann dejan a la luz su evolución artística. Consultado acerca de ésto, el artista manifestó que “la evolución del pintor siempre se tiene que dar, porque o sino, uno se queda en un determinado remanso, entiéndase en repetir las figuras, las formas, y lo que hay que buscar siempre son distintos disparadores, que surgen, son espontáneos, hay por ahí motivaciones muy fuertes, hay otras que son circunstancias cotidianas a las cuales uno, como hombre sensible que es, lo puede transformar en un cuadro. Toda esa parte de poder transformar, siempre digo que es un don”.Para Neumann “el pintor es alguien que tiene una habilidad, que tiene esa cualidad de poder transmitir, de poder decir algo a través del cuadro, exponerse en un cuadro. Y un cuadro no es otra cosa que un pedazo de tela montado sobre un bastidor, donde están un montón de colores, pero dónde está el cuadro… el cuadro está en vos, mirás y decís ‘esto es tal cosa’. Entonces cuando un expone un cuadro se expone, porque expone el alma, transmite, compara y si ese mensaje de alguna manera llega …está”, subrayó Neumann y destacó luego que sigue eligiendo la abstracción como modo de expresión, ya que “es un camino muy abierto para todas las innovaciones. La cuestión abstracta, en cuanto a temática, me permite ir aportando siempre algo nuevo”.





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