LEANDRO N. ALEM. La jueza de Instrucción 5 de esta ciudad, Selva Raquel Zuetta, analiza el pedido de excarcelación extraordinaria interpuesto por la defensa de los dos policías detenidos en una causa por supuesto caso de gatillo fácil.En un principio, el recurso sería procedente porque no hay peligro de fuga ni de entorpecimiento de la pesquisa.Sin embargo, la jueza estaría analizando otros aspectos que considera igualmente trascendentes. Por ejemplo, más allá de la teoría del enfrentamiento, si los uniformados se excedieron en el cumplimiento de sus funciones.Y para ello, aguarda las conclusiones finales de la Policía Científica, sobre todo relacionadas con las vainas servidas, la motocicleta secuestrada, las trayectorias y distancias de los disparos.Esto tendría directa relación con el procedimiento que efectuaron los policías estando franco de servicio.Hay puntos poco claros en la causa. Un interrogante, por ejemplo, guarda relación con el hecho de que no llevaban uniformes. Si estaban con ropa de civil, cómo los identificaron como policías y los recibieron a balazos.Tampoco está probado que la víctima fatal, identificada en su momento como Ramón Alberto Cruz, de 35 años, estuviera acompañado por otros dos motociclistas sospechosos.En cuanto a las pericias, Zuetta considera importante la trayectoria y distancia de los disparos para confirmar, o desechar, si al menos uno de los proyectiles ingresó por la espalda de Cruz.Esto, de confirmarse, como mínimo dejaría al desnudo un exceso en el accionar de los detenidos.El episodio sucedió el domingo 10 de junio en el predio de una obra en construcción del barrio Cámpora de Paraje Picada Libertad, sobre la ruta provincial 225.Los policías llegaron en un auto particular, fuera de servicio y de civil. Aparentemente, uno de ellos trabajaba en la obra y fue entonces que, al salir de cumplir adicional en un cumpleaños, fue junto a su compañero a revisar el lugar.Al llegar divisaron a tres sospechosos que salían en motos, con cajas que habrían sustraído en la obra. Los policías aseguran que fueron recibidos a “plomo limpio” por el trío, por lo que respondieron abriendo fuego. Allí murió Cruz, luego de recibir varios disparos, uno al parecer por la espalda. PlomoLas pericias balísticas efectuadas por la Policía Científica hallaron diferentes abismales de plomo en el sospechoso abatido y en los dos policías que intervinieron en el hecho.No tiene relación con el grado de responsabilidad de una u otra parte o la cantidad de disparos que efectuaron, sino con el tipo de armas que usaron.Por ejemplo, la prueba de reabsorción atómica en Ramón Alberto Cruz dio 1.000 unidades de plomo. En los policías, 60. En el caso del primero, dio un valor elevado porque disparó con un revólver calibre 32, cuyo proyectil no es encamisado y deflagra mayor cantidad de plomo.Por lo opuesto, justamente, le dio valores bajos a los uniformados. Las balas policiales sí son revestidas o encamisadas.





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