Fabi Cantilo: renovada, sensual y bien rockera

POSADAS. Luces acorde, sonido ideal, una banda implacable y en el centro ella, la reina del rock: Fabiana Cantilo, que regresó a la ciudad para presentar su disco “Ahora”. Con un auditorium repleto, sobre todo de público femenino, la mística de Fabi conquistó por más de una hora de recital.Botas, pantalón rojo y un vistoso tapado negro se impusieron con un look súper renovado de la cantante, que en sus canciones habla de la necesidad de vivir “bien”, con mensajes positivos y un importante reconocimiento a su extensa trayectoria. Agradeció la presencia de sus seguidores, correteó por el escenario, saltó, bailó y jugó con sus músicos. Distendida y feliz, así se podría resumir ese momento de magia musical, donde aportó desde temas nuevos hasta clásicos infalibles de su carrera. Viváz y jovial se la vio disfrutar de sus canciones, una propuesta inteligente donde queda demostrado el virtuosismo de la banda, con una batería que sonaba imponente, guitarras distorsionadas y esa mezcla rockera con el sello que imprime su voz. Compartió entre tragos de café, algo de agua, un poco de coca cola y mechando con matecitos, anécdotas cortas de lo que fue la grabación del disco. Presentó “Ángulo recto”, también “Mariscal”, del que aseguró “es una letra abstracta, (entre risas agregó) ni yo sé lo que dice”. Punteando la guitarra, detrás la banda se lanzó con los primero acordes y en modo de chiste arremetió: “paren paren, que yo todavía no comencé. Los hombres nunca esperan…”. En su repertorio nuevo dedicó canciones a su madre, a su padre y “a una persona muy importante para mí, que ustedes jamás sabrán quién es…” (en un tono compartido con sonrisa cómplice).  “Situación lunar” denominó a la segunda parte del espectáculo, un acústico dedicado a sus músicos predilectos como Joan Manuel Serrat, y “mi amigo de bigotes bicolor”, Charly García. Una luna resplandeciente de fondo, el tapado blanco que destellaba luz y esa implacable magia que atrapa su voz en cada nota musical.Tampoco faltó un tema de The Beatles, la banda que escuchaba de muy chica, y la tercera parte del recital con esos eternos temas: “Ya fue”, “Mary Poppins y el Desollinador”, y ese instante de nostalgia donde el público coreó a la par “…cada vez que pienso en vos fue amor…”.