SAN IGNACIO. Hace ya quince años que el grupo de scout de la Iglesia Señora de Luján, de la localidad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, viaja todos los años para traer ropas, calzados, alimentos y útiles escolares a las aldeas guaraníes de la zona. “Vinimos por primera vez en 1998, queríamos identificarnos con la patrulla de los tupy guaraní. Viajamos con una trafic de la Iglesia, me acuerdo que trajimos cal para pintar una escuela… desconocíamos que en Misiones encontraríamos escuelas de madera. En esa oportunidad conocimos la primer aldea mbya, donde está el cacique Arturo Duarte. Les dejé una imagen de la Virgen del Rosario de San Nicolás… me acuerdo que el señor que nos trasladó a la comunidad me dijo que no recibirían la virgen, pero no fue así. Poco dicen los libros sobre los guaraníes, sobre cómo viven en la actualidad, pero uno conoce la otra realidad hablando con ellos: que son pobres, hay desnutrición y enfermedades… entonces le prometí al cacique que volveríamos al año siguiente”, evocó la jefa del grupo de los scout, María Rosa Natalucci. Y cumplieron su promesa. Desde entonces, los scout traen todos los años las toneladas de ayuda que lograron juntar y que entre en el camión “el transporte es lo más difícil de conseguir, a veces nos da mucha pena tener que dejar cosas porque ya no entra”, confió María Rosa. “Nos ayuda a nosotros y a ellos”Bajo el lema “Si pudieran contemplar la vida con los ojos de Dios, tu vida se convertiría en Signo”, el proyecto de los scuot fue creciendo no sólo en cantidad de ayuda material sino también en la llegada a muchas otras comunidades guaraníes de la zona. “Ganamos un espacio entre los mbya, también entre los vecinos de San Ignacio. Lo que hacemos nos ayuda a nosotros y a ellos, por eso es nuestro propósito que este proyecto continúe muchos otros años más”, señaló. Este año, recibirán las donaciones las comunidades de Andresito, Katupyry, Mocoreí, Chapaí, Tacuaral, Teyú Cuaré, San Ignacio Miní… “también iremos a un nuevo asentamiento mbya, del que nos informó una maestra del aula satélite. Además, iremos a Loreto donde nos pidieron ayuda para unas 15 familias de un asentamiento que se formó recientemente”. Incomprensible rechazo Este año, sin embargo, es muy diferente pues cuando en enero vinieron a hacer el relevamiento de los nuevos asentamientos mbya, se encontraron con el rechazo del intendente de San Ignacio a su proyecto. “Nos dijo que no le interesaba el proyecto porque en San Ignacio los aborígenes no necesitaban nada, que estaban muy bien. Pese a esto, y conociendo la situación real de los aborígenes, decidimos traer todas las donaciones que durante el año logramos recolectar en el pueblo de San Nicolás. Nuestro proyecto no bajará los brazos nunca y no tiene banderas políticas, hemos tenido buen trato con los anteriores gobiernos municipales”, contó la líder scuot. “Sabemos que lo que hacemos es transitorio, una ayuda mínima, pero a nosotros nos sirve y a ellos también. No queremos ningún tipo de malestar con el municipio, nosotros somos gente religiosa que sólo buscamos ayudar a otros. Incluso en la delegación vinieron cuatro de los chicos scout como representantes del grupo, no podían venir todos porque es muy costoso”, detalló.





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