POSADAS. Teresa es una más de las que sufrió la violencia en su hogar, sin embargo, con valor, esfuerzo y, principalmente, mucho empeño logró salir adelante y hoy puede disfrutar de una vida muy distinta a la de años anteriores. Después de mucho tiempo de soportar las reacciones violentas de su pareja, la mujer decidió tomar la decisión de pedir ayuda. Concurrió a la Dirección de Violencia Familiar y de Género (Línea 102), donde fue asistida por los abogados, quienes realizaron las medidas judiciales para que el agresor no se acercara. Pero lo más importante todavía estaba por venir, porque luego de varias horas de terapia con las psicólogas del organismo, Teresa pudo salir adelante y superar la dependencia económica de su pareja. Aprendió un oficio y con la contención necesaria que recibió de las trabajadoras sociales de la Dirección pudo comenzar su propio emprendimiento. Al principio le costó, no le fue fácil empezar de cero, pero su voluntad pudo más y hoy se encuentra confeccionado ropa e indumentaria que sirve para solventarse ella misma y darle de comer a sus hijos. Teresa comentó que “yo lo que espero es lo mejor para mi familia y con las actividades que realizo me siento mejor conmigo misma”. Y manifestó que “viniendo acá me siento bien, porque charlo con la gente, trabajo y, además, encontré una mejor salida para mi vida”.Con el tratamiento y la ayuda de profesionales, la mujer recuperó su autoestima, comenzó a valorarse y empezó a cuidar de sus hijos, quienes también sufrieron las agresiones físicas y psicológicas. Teresa aprendió que siempre hay tiempo para emprender algo nuevo, por eso tiene nuevos sueños, desafíos que está dispuesta a enfrentar, pretende crear su propia empresa, dado que la vestimenta que realiza tiene buena aceptación entre los vecinos de su barrio, a quienes vende sus productos. No le resultó sencillo, Teresa debió buscar en su interior más profundo sus valores, esos que estaban ocultos por tanta violencia. Sin embargo nunca bajó los brazos y hoy disfruta de las ganancias que obtiene. Dinero que también utiliza para crecer como pequeña empresaria, ya que a medida que avanza la demanda debe comprar los elementos necesarios para confeccionar más prendas.En las instalaciones de la Dirección de Violencia Familiar y de Género (Línea 102) se realizan los talleres de costura y confección para todas aquellas personas que sufrieron un caso de violencia dentro de su hogar y que reciben asistencia terapéutica en la institución. Por lo general estas personas necesitan empezar con un emprendimiento que les permita recuperar su independencia económica.Los talleres de aprendizaje se realizan tres veces por semana en una de las oficinas de la institución destinada para tal fin.





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