OBERÁ. La demanda de abrigos y casas no se incrementó en esta época invernal, más bien es permanente y constante. Carlos Schulz, director de Asuntos Barriales, dijo que “la demanda de asistencia en esta época del año es normal, se acercan los ancianos porque les entra frío en las casitas y tratamos de asistirlos, vamos a ver como están viviendo, por ahí se los asiste con un frazada o un colchón, depende del caso” explicó.“En esta época hay una reserva para asistir, se hace una compra, aunque siempre hay para estos casos más urgentes en época de frío”, comentó el funcionario.Schulz añadió que “cuando llega un pedido se verifica y si la casita está mal se la mejora en el caso de adultos o discapacitados, se hace un seguimiento para ver a quién va la ayuda, buscando asistir a los más vulnerables. En estos momentos hay nueve o diez personas en el refugio, van a dormir, almuerzan al mediodía, se las acostumbró a que vayan todo el año, más ahora por el frío. Ahí tienen cama, colchón, frazada, comida caliente, van regularmente”.De acuerdo a los datos aportados por el director de Asuntos Barriales, “se hacen entre tres y cuatro casas por semana, depende de los casos puntuales, primero verificamos la situación, que sean ancianos, discapacitados o una madre con muchos hijos, si es urgente se hace lo más rápido posible. Buscamos manejar bien los recursos para atender la demanda, hacemos casas de tres por cuatro, normalmente la gente tiene una casita y tratamos de no tocarla, le hacemos una casita cerradita que es para que duerma ahí y van agrandando”.Problema persistenteTambién reconoció que “hay muchos casos de gente que vende las casas cuando hay problemas de familia y se separan quedando en situación vulnerable la señora, conocemos a la gente, tenemos un registro, pero si venden, se van a trabajar y vuelven en unos meses el problema persiste. Desde el municipio se entregan turnos para la construcción de casas, todo depende de la disponibilidad de fondos”. Hace algunos años se registraban muchos casos de personas que llegaban desde otros municipios y pedían a la comuna local que le construya una pequeña casita. Ahora “no tenemos tantos casos de gente que venga de otros municipios a pedir una casa, sí un espacio, pero generalmente es la gente de acá, que hace años vive en distintos barrios”. “La mayoría de los pedidos es de gente que ocupa espacios verdes, gente que vive hace mucho tiempo en San Miguel o Caballeriza, no hacemos en asentamientos nuevos”.





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