POSADAS. Finalmente quedó descartado, al menos hasta que la investigación que continúa en Buenos Aires no aporte nuevas pistas, que el hombre detenido el lunes en Garupá tuviera algún tipo de vinculación con el secuestro y posterior asesinato de la niña Candela Rodríguez.Ayer llegó el exhortó con el pedido de trasladado de Héctor Medina al Juzgado de Garantías 1 de General Rodríguez, departamento de Moreno.Allí pedían la captura de este hombre, de unos cincuenta años, por su presunta participación en un robo agravado por el uso de arma de fuego -aunque no se pudo establecer que fuera apta para disparar- en poblado y en banda, en concurso real con privación ilegítima de la libertad. Lo que en la jerga criminal se dice “un peso pesado”.Este arista del caso quedó confirmado por el exhorto remitido desde Buenos Aires pero descartó, al menos hasta el momento, que tuviera alguna conexión con el deceso de Camila.Medina fue apresado el lunes pasado en su domicilio de Garupá, donde vivía con una joven a la que, aparentemente, doblaba en edad. El procedimiento fue encabezado por el juez de Instrucción 2 de Posadas, César Yaya.El hombre estaba acusado de golpear a su pareja. Justamente, ella fue quien lo denunció y en sede policial habría contado que lo buscaban por su presunta relación con el horrendo episodio que le costó la vida a una inocente de once años.A partir de ese dato se armó un caos en el que todos intentaban confirmar la versión. Finalmente, esta quedó en la nada y Medina sería trasladado en las próximas horas a Buenos Aires para rendir cuentas ante la ley. PrudenciaNi bien se conoció de la detención del sospechoso en Garupá, rápidamente se lo vinculó con el secuestro y muerte de la niña Candela Rodríguez. Incluso funcionarios del Ministerio de Gobierno y de la misma Policía de Misiones se apresuraron a lanzar esa versión.Sin embargo, con el devenir de las horas, la teoría comenzó a desvanecerse. Y en la mañana de ayer, terminó por desaparecer.El caso Candela fue un canto a la improvisación. A tal punto que la Cámara de Apelaciones ordenó la nulidad de todo lo actuado y la causa volvió a foja cero.El martes, en Posadas, muchos parecieron correr y acomodarse para las fotos -como el fans detrás de su ídolo- porque creían haber atrapado a uno de los partícipes de aquel horrendo homicidio.Todos pretendían llevarse los méritos y ceñirse los laureles, sin confirmar si efectivamente era así, si el detenido era buscado por el crimen de Candela. Porque hasta ese momento el juez César Yaya no tenía más que la acusación de la mujer golpeada horas antes por aquel.Y lo peor, sin tener en cuenta que detrás hay una familia que sufre por la muerte de una niña inocente y clama justicia a los gritos.Algo demasiado grave para manejarse con tamaña informalidad. Y ocurre en las más altas esferas.Afortunadamente, quien debía manejarse con prudencia, estuvo a la altura de las circunstancias: el juez Yaya.Aguardó la remisión del exhorto del Juzgado de Garantías 1 de General Rodríguez, departamento de Morón, y confirmó que el sospechoso era buscado por robo a mano armada y secuestro en esa jurisdicción, pero no por el caso de Candela Rodríguez.





Discussion about this post