BUENOS AIRES (DyN). El Boca que afrontará el futuro torneo Inicial que se abrirá en los primeros días de agosto y la final de la Copa Argentina, el consuelo que le queda tras las dos grandes frustraciones en la Libertadores y el Clausura, no se limitará a la ausencia de Juan Román Riquelme.Darío Cvitanich se despidió jugando algunos minutos en el Pacaembú para volver a Holanda y sumarse al Ajax, dueño de su pase. Facundo Roncaglia no se fue de la mejor forma y sí con críticas a la directiva, no conforme con el seguro que le ofreció el club para jugar con el contrato vencido la revancha ante Corinthians. El lateral, autor del gol en su último partido en “La Bombonera”, jugará en Fiorentina de Italia.Rolando Schiavi, el zaguero que dudaba sobre seguir o no hasta diciembre ante la chance de jugar el Mundial de Clubes, ya no tiene la chance de estar en Japón para ese torneo. Las últimas performances del “Flaco” estuvieron lejos de sus buenos momentos y eso se notó en el segundo gol del Corinthians. Por lo pronto, Martín Palermo y el Pato Abbondanzieri lo están esperando para conformar un triunvirato técnico.Pablo Mouche ya dijo en varias oportunidades que está expectante de una propuesta de Europa para irse y mantuvo sus dichos aún cuando el entrenador Julio Falcioni le dio la titularidad.Otro, Gastón Sauro, suplente hasta ahora, también tendría un pie afuera del club.Boca necesitaría reemplazantes para la mayoría de esos puestos. Es que Franco Sosa difícilmente quede, de ser por Falcioni, como titular y Matías Caruzzo es suplente de Schiavi o Juan Insaurralde, según se trate. Sin Cvitanich, en el caso de que se vaya Mouche necesitará un delantero que juegue por las puntas y Lucas Viatri ni Nicolás Blandi tienen esas características como para acompañar al uruguayo Santiago Silva.Por lo pronto, sin Riquelme, Falcioni volverá a su sistema preferido: el 4-4-2.Vale recordar que el mundo de Boca recibió dos golpes de nocaut en la misma noche (el pasado miércoles), una jornada que ocupará una página negra en la historia xeneize: perdió la final de la Libertadores contra Corinthians y Juan Román Riquelme, uno de los máximos ídolos de la institución, anunció que se va del club.“He hablado con el equipo y hoy le he dicho al presidente que no voy a continuar. Amo a este club, pero me siento vacío… no sé si di mucho o poco, pero no tengo mucho más para darle. Estoy agradecido a los dirigentes, a los jugadores y al cuerpo técnico. "Es una decisión personal. Soy hincha de este club y yo no puedo jugar a la mitad”, afirmó. Buscan convencerloEl experimentado defensor de Boca, Rolando Schiavi, aseguró ayer que el plantel hará “todo” para que Juan Román Riquelme cambie de opinión y siga en el club.“Vamos a hacer todo para que cambies de opinión, no te merecés irte así, ojalá el 16 estés con nos, sos nuestro mayor orgullo”, escribió Schiavi en su cuenta de la red social Twitter.Y añadió: “Capitán, sos el último ídolo de la hinchada, nuestro emblema, y si estás convencido ojalá seas feliz en lo que hagas,t e extrañaremos JR 10”.Tras la caída en la final de la Copa Libertadores ante Corinthians, Riquelme anunció que no jugará más en Boca pese a que le quedan dos años de contrato porque se siente “vacío”. A esta altura, parece muy difícil que Schiavi o cualquiera del plantel pueda convencer a Riquelme, quien suele analizar en profundidad cada una de sus decisiones y no es de volver hacia atrás. Un tipo de carácter y fuertes convicciones, del que surgieron fanáticos adoradores e impiadosos detractores. Las razones ocultas para el adiós de Román“Le comuniqué al presidente que no voy a continuar. Que amo a este club, que voy a estar agradecido por siempre, pero me siento vacío y no puedo darle más”. Con esas palabras, Juan Román Riquelme se despidió de Boca tras perder la final contra Corinthians. Pero, ¿qué hay detrás de sus declaraciones? ¿por qué se siente vacío? Los últimos meses de Riquelme en Boca fueron importantes en su decisión. La pésima relación con el cuerpo técnico y la discrepancia con muchas medidas que tomó la dirigencia crearon un camino sin salida. Con el cuerpo técnico la relación se rompió en Venezuela, con el escándalo en Barinas por el primer partido de la Copa Libertadores, y nunca más se recompuso. Con Falcioni no sólo tiene diferencias futbolísticas, tampoco comparte muchas de las actitudes que el DT tiene afuera de la cancha. El último cortocircuito entre ellos se dio cuando el entrenador decidió poner a los titulares en la semifinal de la Copa Argentina contra Deportivo Merlo, una decisión que Román nunca entendió y es el día de hoy que desconfía de los motivos que lo llevaron a eso. Con los dirigentes, Riquelme está decepcionado. Siente que no lo cuidaron y que están del lado del entrenador. Además, no fue casualidad que él haya estado a la cabeza de la decisión de los jugadores de exigir la presencia de Roncaglia entre la delegación a Brasil. Angelici estaba enfurecido con el defensor y no quería que viajara. Sin embargo, el pedido inflexible de Román pudo más. Recién como última causa aparece el cansancio físico. Es cierto que a Román cada vez le cuesta más recuperarse después de los partidos y su físico le pasa factura si juega los 90 minutos, pero no fue esa la razón principal por la que tomó la decisión. A sus 34 años, el combo Falcioni, Angelici y el cansancio físico fueron suficientes. Por eso, Riquelme dijo basta. Fuente: lanacion.com El “Vasco” quiere a Román en TigreEl entrenador de Tigre, Rodolfo Arruabarrena, manifestó ayer su deseo de contar en su plantel con Juan Román Riquelme, tras el anuncio del mediocampista de dejar de jugar en Boca Juniors.“Claro que llevaría a Román a Tigre, a todo entrenador le gustaría tenerlo en su equipo”, dijo el director técnico en declaraciones difundidas por Radio Del Plata.El “Vasco” se refirió luego a la decisión que tomó Riquelme de no vestir más la camiseta número diez xeneize tras perder la final de la Copa Libertadores de América ante el Corinthians, en San Pablo, por 2 a
0.“Habría que hablar con Román para saber realmente cuáles son los motivos, pero él cree que Boca necesita más de lo que él puede dar”, aseguró el ex lateral izquierdo boquense.“Se va el último enganche del fútbol argentino, el diferente”, resaltó Arruabarrena con un dejo de tristeza.La posibilidad de que Riquelme vista la camiseta de Tigre se basa en que el mediocampista siempre tuvo un cariño especial con el cuadro de Victoria y porque con Arruabarrena compartieron el plantel de Boca en la época de Carlos Bianchi como director técnico.Las verdaderas razones las conoce solamente Riquelme y su restringido círculo. Tanto en sus renuncias a la Selección como en sus enfrentamientos con pesos pesados como Diego Maradona o Martín Palermo, Román optó más por callarse que por hablar. Se lo cuestiona por el momento que eligió para comunicárselo a sus compañeros. Difícil asegurar que su decisión haya repercutido negativamente en el equipo durante la final de la Copa Libertadores. Darlo por cierto es apelar al reduccionismo de analizarlo todo desde los resultados.





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