BRASILIA, Brasil. El asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil, Marco Aurelio Garcia, rechazó que su país haya presionado para que Argentina y Uruguay aprobaran la semana pasada el ingreso de Venezuela al Mercosur aprovechando la suspensión de Paraguay. En declaciones a la prensa local publicadas ayer, Garcia respondió a la afirmación del canciller uruguayo Luis Almagro, quien dijo el lunes que el ingreso de Venezuela fue definida por la intervención “decisiva” de la presidenta Dilma Rousseff, con apoyo de su colega argentina, Cristina Kirchner. “No hubo ninguna presión. Esa no es la manera en que el gobierno brasileño hace política. La decisión fue tomada por los tres países, escuchando a sus cancilleres, fue unánime y reflejó un consenso político”, dijo Garcia. Los Congresos de Argentina, Brasil y Uruguay habían aprobado el protocolo de adhesión de Venezuela al bloque como miembro pleno y faltaba el de Paraguay. De acuerdo con Garcia, la decisión de incluir a Venezuela en el Mercosur “fue propuesta por el propio presidente de Uruguay, José Mujica”. Garcia se comunicó telefónicamente este lunes con Mujica para conversar sobre la polémica. “No corresponde la tesis de que habría habido ninguna presión sobre Uruguay. El gobierno no haría eso sobre ningún gobierno, aún mas sobre países con los cuales tiene una relación íntima”, afirmó. Resaltó además que la posición de definir la entrada de Venezuela estuvo amparada en criterios jurídicos, después de una consulta a la Abogacía General de la Unión (AGU) de Brasil. Aunque en la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Mendoza fue aprobado el ingreso de Venezuela, su ingreso efectivo se concretará en una reunión especial a ser celebrada el 31 de julio en Rio de Janeiro. La reunión en Mendoza no contó con la representación de Paraguay, suspendido por la destitución del presidente Fernando Lugo y su reemplazo por el vicepresidente, Federico Franco, en un procedimiento considerado irregular por los otros países del bloque. El interés de Caracas de ingresar al Mercosur fue manifestado por el presidente Hugo Chávez en 1999, ocasión en la que propuso iniciar el proceso de adhesión pero no encontró eco en los miembros del bloque, hasta que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó al poder en enero de 2003. Tras el pedido venezolano, el protocolo de adhesión fue aprobado por los parlamentos de Argentina y Uruguay, y finalmente en el de Brasil en diciembre de 2009, después de un largo trámite de más de dos años, pero el ingreso no se pudo completar por la negativa de los parlamentarios paraguayos. Con la entrada de Venezuela al Mercosur, el bloque regional contaría con una población de unos 280 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) equivalente a cerca de 75% del producto sudamericano. Lugo y Maduro en la miraEl destituido presidente de Paraguay Fernando Lugo sería denunciado penalmente por los diputados y suspendido para ocupar cualquier cargo público durante los próximos cinco años, anunció hoy el presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja, José López Chávez.López Chávez, del partido opositor Unace, sostuvo que Lugo tiene responsabilidad en el incidente en el cual se acusa al canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, de presionar a los altos mandos militares para que desacaten el mandato del Congreso sobre la destitución del exmandatario. Lugo “automáticamente es responsable por acción u omisión, aunque le correspondería una pena menor que a los responsables directos” de la situación, dijo el legislador.La Comisión de Defensa de Diputados recibió hoy a miembros del gabinete militar de Lugo para que dieran su versión acerca del supuesto hostigamiento del canciller venezolano para una sublevación militar en aquellos días turbulentos.Ahora “resta recibir las imágenes” de lo que ocurrió ese día para saber con certeza quienes fueron los civiles que acompañaron a Maduro a esas reuniones con militares, dijo López. Además de la investigación legislativa, el Ministerio Público paraguayo designó ayer a dos fiscales para el tema. No se descarta que el régimen del presidente, Federico Franco, pida explicaciones a su par venezolano y se tomen medidas para exigir la expulsión de los agregados militares de Venezuela y Ecuador que cumplen funciones en Asunción.El pasado jueves la ministra de Defensa de Paraguay, María Liz García, acusó a Maduro de haber intentado sublevar a los militares de su país en una reunión y que estuvo acompañado por el embajador ecuatoriano en Asunción, Julio Prado. Insulza y la OEA culminaron sus consultas en ParaguayASUNCIÓN, Paraguay (AFP-NA). El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, finalizó este martes una rueda de consultas de dos días sobre la situación política de Paraguay, derivada de la crisis por la destitución del ex presidente Fernando Lugo el 22 de junio, antes de elevar un informe al consejo permanente el próximo lunes, según anunció en rueda de prensa.Insulza se reunió por espacio de una hora con el presidente Federico Franco y una hora y media con el presidente destituido Fernando Lugo el lunes, reuniones de los que coligió que el diálogo entre las dos partes está interrumpido.“No me puedo imaginar siquiera a las dos partes sentandose a dialogar en este momento”, expresó el jefe de la OEA a medios locales, al remarcar que las posiciones “están polarizadas”. “La situación no es grave pero delicada por lo menos”, subrayó en una rueda de prensa el lunes. Tengo claro lo que ocurrió, sobre todo las consecuencias”, dijo en otro momento, pero advirtió que “la evaluación no me corresponde solo a mí”.En sus esporádicos encuentros con la prensa que lo siguió a todas sus reuniones se mostró cauteloso. “No puedo hacer pronunciamientos. Son consultas informativas”, clarificó. El canciller paraguayo José Félix Fernández Estigarribia dijo haber explicado a Insulza que la destitución de Lugo se hizo “en el marco de la constitución y respetando el derecho a la legítima defensa”.El ministro remarcó que en Paraguay “la democracia funciona, las instituciones están plenamente vigentes, las tropas est&
amp;aacute;n en sus cuarteles, la policía garantiza el orden, hay absoluta libertad de prensa. No hay restricciones de ningún tipo y no hay presos políticos”.En su encuentro con Lugo y sus abogados, el secretario general lo saludó con un “buen día presidente”. “Yo llamo presidente a quien ocupa o ha ocupado el cargo, así que no significa ningún pronunciamiento de mi parte”, aclaró el emisario.Adolfo Ferreiro, portavoz del ex gobernante, dijo que los defensores dieron detalles a Insulza acerca de la supuesta ilegalidad del defenestramiento. “Acercamos a la delegación de la OEA precisiones sobre el proceso de juicio político que destituyó al presidente Lugo que consideramos ilegal”. “Acá no hubo juicio político sino una convalidación de una decisión de separar al presidente de la República por una apreciación política, lo que está prohibido en nuestro sistema constitucional”, explicó.El abogado señaló que como última gestión a nivel local, la defensa presentará ante la Corte una nueva acción de inconstitucionalidad (la primera le fue rechazada) antes de recurrir a instancias internacionales.El jefe de la OEA se entrevistó además con los presidentes de todos los partidos representados en el Congreso, incluido Ricardo Canese, titular del Frente Grande, el movimiento que sustenta al ex presidente.Canese señaló a Insulza que “Lugo debe volver a la presidencia” tras calificar de “golpe de Estado parlamentario” la destitución.





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